Alberto Fernández le sacará a los ricos para darle a los pobres

Todas las medidas que tomó y que se vienen mejoran la vida de los trabajadores. Cristina va por Larreta y quiere ayudar a Kicillof

En apenas tres días Alberto Fernández demostró que va a cumplir sus promesas electorales. Ya subió los aranceles a la exportación de granos, duplicó las indemnizaciones, anunció el llamado a la Paritaria Nacional Docente, resolvió que a partir del 7 de enero vuelve Precios Cuidados con 562 artículos rabajados, redujo el precio de los medicamentos, confirmó la actualización del protocolo de interrupción legal del embarazo y confirmó que vuelven las computadoras para los pibes. La semana próxima espera darle media sanción a un proyecto que aumenta jubilaciones, AUH, salarios públicos y privados. El dinero saldrá, entre otros, del aumento del impuesto a la riqueza y una suba del dólar turista. Lo que está haciendo es desconcentrar la economía que Macri concentró. 

No son retenciones
La suba de los aranceles a las exportaciones agropecuarias redundará en un freno a la suba del precio de los alimentos, mayor ingreso de divisas y una suba en la recaudación impositiva para volcar al incremento del gasto social del Estado. 
El término retenciones, impuesto por los grandes medios, es ideológico. Supone que se le quita algo al campo y no es así. Lo que hace el Estado con los aranceles es generar distintos tipos de cambio según las ventajas comparativas de cada sector. Es decir, si el dólar industrial es 63 pesos, el de la soja, con un arancel del 30 %, es de 45. El campo argentino es el de mayor productividad del mundo, por eso puede ganar dinero con un dólar menor, fruto del descuento que significan los aranceles. El productor agropecuario argentino es eficiente, pero la mayor parte de su super productividad se debe a la naturaleza del suelo argentino y su clima. 

Aún tomándolo como solo un impuesto, argentina hace lo mismo que cualquier país: le cobra más a quien más capacidad contributiva tiene. Alemania le cobra a la industria para subsidiar al campo, porque es la industria la que más ventajas tiene. 
Por otra parte, como los argentinos exportamos lo que comemos, sin los aranceles llegamos a la paradoja de producir comida para 580 millones de personas y tener 6 millones con hambre. Los aranceles bajan el precio del dólar y así reducen los costos de producción de alimentos.  

Indemnizaciones
El decreto que duplica las indemnizaciones por seis meses es para evitar que el desastre económico no derive en un desempleo récord en pocos meses. No será un obstáculo para la generación de empleo porque es solo para los trabajadores ingresados antes de la fecha del decreto. No hacer nada hubiera sido un suicidio social. 

Jubilaciones y AUH
Los jubilados y pensionados que cobran la mínima y los  beneficiarios de la AUH tendrán un aumento de una suma fija. Con ese monto, tendrán un aumento total anual superior a la inflación. A diferencia de lo que se piensa, no es una medida que busca expandir la economía a cambio de un deterioro fiscal. Lo que piensa el equipo económico es que si no se enciende la economía vía consumo entonces si sobrevendrá una recesión que será negativa en términos fiscales. 

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Precios
La idea es salir de la recesión vía suba de ingresos directos e indirectos. No solo se subirán salarios y jubilaciones, sino que a la vez se busca abaratar los precios de los bienes y servicios que consume la población. Ahí apunta Precios cuidados, como también el silencioso armado de una canasta básica alimentaria a precios muy bajos y la tarjeta alimentaria que llegará a ocho millones de personas. 
La lógica del proceso es dar vuelta el esquema macrista: ya no se espera el derrame; se pone dinero en el bolsillo del pueblo para que consuma y así aumente la producción y el empleo. Cuando haya más consumo vendrá la inversión. 

Deuda
Martín Guzmán llamó al ex secretario de finanzas Daniel Marx para que lo asesore en la renegociación de la deuda. El ex hombre de Cavallo llegó con una propuesta concreta que le pareció “razonable” al ministro. La idea es una quita de capital del 20%, una rebaja de la carga de intereses del 50% y postergar todos los vencimientos por 5 años. Si se logra ese objetivo, el panorama externo luce bien. 

Cristina y Larreta
La idea de la redistribución de ingresos también es geográfica: Alberto ha dicho en varias oportunidades que se viene un gobierno más federal. Esto contrasta con la política macrista que favoreció a la capital. Esta semana Cristina hizo una fuerte crítica sobre la disparidad de lo que recibe en términos de coparticipación CABA con respecto a La Matanza. Todos leyeron que se viene una modificación en la coparticipación federal a favor de la provincia de Buenos Aires, el territorio de Axel Kicillof.