Cada vez más intendentes podrían ser reelectos

Los jefes comunales que dieron el “salto” volverían a presentarse en sus municipios, sorteando el impedimento legal.

Martín Insaurralde, Leonardo Nardini, Hernán Y Zurieta: los tres nombres no solo tienen en común el formar parte de la última ola de recambios en la administración bonaerense, sino también el de pertenecer a tres intendentes que ahora, por un vericueto legal, podrían volver a anotarse para conducir sus respectivos distritos en 2023.

Tal como lo había informado diario Hoy el 2 de agosto, una ley provincial sancionada en 2016, que pretendía frenar la reelección indefinida de los jefes comunales, terminó posibilitando lo contrario a través de una reglamentación firmada en 2019 por la entonces gobernadora, María Eugenia Vidal, y su ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre.

El decreto reglamentario dispone que la prohibición de la reelección para un tercer mandato abarca a quienes hayan ejercido el segundo “por más de dos (2) años, continuos o alternados”. Es decir que un intendente puede renunciar o pedir licencia hasta un día antes de cumplir dos años de su segundo mandato y quedará habilitado para presentarse nuevamente.

Ahora que las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) ya tuvieron lugar, tanto el Gobierno nacional como el de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires hicieron una renovación parcial de sus primeras y segundas líneas. Y entre los nuevos designados hay intendentes que, de haber permanecido en sus puestos, no podrían haber optado a una nueva reelección dentro de dos años, pero ahora que interrumpieron sus respectivos mandatos, se les abre la posibilidad de hacerlo.

Entonces, Insaurralde, que dejó la intendencia de Lomas de Zamora para asumir la jefatura del gabinete de Kicillof, podrá aspirar a un tercer período a cargo del Ejecutivo lomense en 2023 gracias a esta designación; lo mismo va para Nardini, intendente de ­Malvinas Argentinas que ahora es ministro provincial de Infraestructura; también para Y Zurieta, quien abandonó la intendencia de Punta Indio para hacerse cargo de la Dirección de Vialidad bonaerense.

Del municipio a la Nación

Pero no son los únicos. También en el gabinete nacional hay jefes comunales reincidentes que estaban inhabilitados para una nueva reelección, pero que podrían intentar volver a sus distritos tras pasar por la administración de Alberto Fernández. Son, por ejemplo, Jorge Ferraresi, de Avellaneda, ahora ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat; Gabriel Katopodis, de General San Martín, instalado en Obras Públicas; Francisco Echarren, de Castelli, ahora director de Obras en la cartera de Transporte; y Juan Zabaleta, de Hurlingham, ministro de Desa­rrollo Social desde hace muy poco.

Entre los intendentes que se anotaron para “meterse” en la Legislatura bonaerense (son diez), descuella el primer candidato a diputado por la Tercera Sección Electoral Mariano Cascallares, que ahora podría volver a postularse a la intendencia de Almirante Brown. Están en la misma situación, entre otros, los intendentes-candidatos Walter Torchio (Carlos Casares) y Carlos Puglelli (San Andrés de Giles), ambos por el Frente de Todos; y, por Juntos, Érica Revilla (General Arenales) y Claudio Rossi (Rojas).

Zabaleta sí, pero no, pero sí

Entre los intendentes que se encontraron súbitamente con la posibilidad de un tercer período entre manos, el caso de “Juanchi” Zabaleta es notable porque parecía que iba a quedar habilitado a través de una candidatura a legislador, pero el tire y afloje político en su distrito lo hizo desistir; sin embargo, ahora vuelve a es­tar “en carrera” gracias a que, ya cerradas las listas sin su nombre, fue designado como ministro de Desarrollo Social de la Nación, en reemplazo de Daniel Arroyo, que sí es candidato.

Otro caso que hizo ruido, pero durante la administración de María Eugenia Vidal, es el de Joaquín de la Torre, que era intendente de San Miguel y pidió licencia para ocupar el puesto de ministro de Gobierno provincial. Justamente fue él, en esa condición, quien estampó la firma, junto a la de Vidal y su jefe de Gabinete, Federico Salvai, en el decreto reglamentario que habilitó la re-reelección mediante la interrupción del segundo período. De la Torre había sido denunciado dos años antes por representantes del Frente para la Victoria que consideraron que su pedido de licencia violaba la ley porque estaba ocupando dos cargos al mismo tiempo.