Caerá un 50% la inversión extranjera directa

El coronavirus reducirá en un 50% la Inversión Extranjera Directa en América Latina el corriente año, luego de un 2019 en que la IED había crecido el 10% en la re­gión, hasta USD164.000 mi­llones, im­pul­sada por el au­mento de los flujos hacia Brasil, Chile, Perú y Colombia.

Así lo prevé la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en su «Informe sobre las inversiones en el mundo 2020», en el que dice que la región será una de las más afectadas por la caída de la inversión y las políticas anticrisis en un año de recesión global.

La pandemia impactará en todos los sectores de las economías de la región. «La pandemia combina malestar político y social con debilidades estructurales, empujando a las economías del área a una profunda recesión y exacerbando los desafíos para atraer inversión extranjera», según la Unctad.

El retroceso de los precios del petróleo y otras «commodities» perjudicarán la inversión en las principales economías de Sudamérica (Chile, Colombia, Brasil, Argentina y Perú), que dependen de la IED en las industrias extractivas. Otras economías, en especial las del Caribe, pero también México, se verán muy afectadas por el colapso del turismo.

Según la Unctad, la IED mundial, que en 2019 totalizó 1,54 billones de dólares, retrocederá el 40% este año en curso, a los niveles de 2005, caída inferior a la del 50% que se pronostica para Latinoamérica. A nivel global, se prevé una nueva caída, de entre el 5% y el 10% en 2021 y una tenue remontada en 2022. De confirmarse esta previsión, significaría una inversión foránea de poco más de 600.000 millones de dólares, la peor cifra de los últimos 17 años.

De hecho, el número de adquisiciones extranjeras en la región disminuyó cada mes con respecto a la media en 2019 para caer un 78% el pasado abril. Y más allá de los efectos específicos de la industria, la Unctad advierte de que un impacto automático de la crisis en la IED se produce a través del ajuste de los márgenes para reinversiones. Las medidas de confinamiento, la caída de la demanda y el acceso limitado al comercio están empujando a las empresas a fuertes pérdidas. Desde febrero, las grandes empresas del área han recortado sus expectativas de ganancias en el año fiscal 2020 en más de un 50 por ciento.

Para las principales economías, las ganancias reinvertidas representan más de un tercio de las entradas y para México, Argentina, Panamá y Costa Rica, más de la mitad. América Latina se verá, además, muy afectada por la desaceleración de la demanda mundial, en particular de sus socios comerciales, y especialmente China y EEUU. Y se verá afectada también la revolución en las cadenas globales de montaje que el COVID-19 ha provocado en el mundo.

Según los datos definitivos de la Unctad, la pandemia global pondrá abrupto final a la progresiva mejoría registrada por América Latina desde 2018 en atracción de IED.