Covid-19: cambios en la forma de contagio

El doctor Muge Cevik -catedrático de la Universidad St Andrews y miembro del Grupo Consultor sobre Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes del gobierno británico- publicó un metaanálisis de estudios recientes que apuntan a comprender mejor de los factores claves en la transmisión del coronavirus.

De acuerdo a sus hallazgos, reflejados por la web de la BBC, la mayoría de las infecciones ocurren en espacios cerrados y no todas las actividades o ambientes son iguales en relación a la transmisión.

También queda totalmente en claro que cuanto más tiempo se pases con una persona infectada, y cuanto más numeroso sea el grupo, mayor será el riesgo. 

En espacios cerrados, mientras tanto, abrir ventanas disminuye el riesgo de infección. En ese sentido, abrir cinco o seis centímetros la ventana en un cuarto pequeño podría hacer circular el aire suficiente para cinco personas

En los últimos meses, la ciencia ha aprendido que el coronavirus tiende a propagarse en cúmulos o agrupaciones de personas. «Pero creo que este conocimiento no ha sido completamente asimilado en nuestra manera de pensar. Y tampoco ha sido asimilado en nuestras prácticas preventivas porque seguimos concentrándonos en las dinámicas de la transmisión tipo gripe, donde frecuentemente cada persona infecta a otra persona», señala Cevik

Así, apunta que «la mayoría no trasmitirá la infección, pero un grupo pequeño de personas puede generar grandes cúmulos de infectados». 

Mejores estrategias

Saber dónde tiene lugar la trasmisión y entender los entornos de alto riesgo puede ayudar a crear estrategias mejor dirigidas y orientar esfuerzos en el rastreo de contactos.

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«La mayoría de las personas habrán sido infectadas por alguien que también infectó a otras personas, frecuentemente al mismo tiempo. Eso quiere decir que debemos hacer un rastreo regresivo, encontrar a esas personas para identificar el escenario de la trasmisión», explica Cevik

Si se identifican estos entornos de alto riesgo, las medidas comunitarias podrían ser menos restrictivas. «Muchas personas todavía temen ir al supermercado, mientras que sí se sientan en un restaurante durante horas. El riesgo de trasmisión es muy diferente», ejemplifica el especialista. «La gente no se queda mucho tiempo en un supermercado y también es un espacio enorme donde te acercas poco a otras personas. Pero en los restaurantes, estás hablando y comiendo en grupos». 

Para Cevik, los asintomáticos no transmiten el virus de la misma manera que alguien que sí tiene síntomas, y podrían ser responsables de sólo el 20% de todas las infecciones. 

Eso nos dice que debemos enfocarnos mucho más en las personas sintomáticas: cómo identificarlas temprano, cómo hacerles pruebas «temprano, cómo asegurarnos de que se aíslen durante el período más infeccioso en lugar de tratar de identificar a todo el mundo», apunta.