El de camisa negra le pegó dos puntinazos en la cabeza y le decía ‘cagón, levantate'»

De forma espontánea, un cuarto testigo se presentó en la tarde de ayer ante la fiscalía y este martes participó de la última rueda de reconocimiento por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche de Villa Gesell. Según quedó constatado en el expediente, dio detalles de quién era el “líder” del grupo y el rol de otros tres acusados.

El nuevo testigo destacó que “Fernando estaba imposibilitado de pegar, sólo trataba de defenderse. Las personas que le pegaban habían estado en el boliche. Uno tenía una camisa negra desabrochada y lo habían sacado. Era el líder del grupo, el que iba al frente y era el que más le pegaba”.

Escuché voces que decían ‘negro de mierda’. Fernando (Báez Sosa) no pegó, solo trataba de defenderse. El de camisa negra le pegó dos puntinazos en la cabeza».

Un pasaje de la declaración del cuarto testigo.

«Al único que vi que le pegaba en la cabeza era el de camisa negra. El de camisa negra arengaba y le decía ‘cagón, levantate'».

Otra parte de su testimonio ante la fiscalía.

También, señaló a otros jóvenes que participaban del ataque: “Había otro que al que no vi dentro del boliche. Llevaba una remera blanca, de contextura robusta, pero más gordo y más bajo que el anterior. Le dio piñas y patadas. Habían otros dos más que le pegaban a Fernando. También llevaban remeras blancas, pero estaban de espaldas y no los pude ver bien”.