El Gobierno analiza los próximos pasos para encarrilar la relación con España

Buscan una diagonal para frenar la escalada en la discusión con Pedro Sánchez, a quien acusan de utilizar el contrapunto con Milei para sacar rédito político en la previa de las elecciones europeas. En la Casa Rosada aseguran que Milei no está dispuesto a ceder un ápice en su posición, y descartan un viaje relámpago de Mondino para calmar las aguas

Con cuidado de mostrarse fríos a pesar de la suba abrupta de la temperatura por el conflicto con España, en Gobierno admiten que analizan una salida en diagonal para que la discusión bilateral, al menos, deje de escalar. Creen que Javier Milei liberó al genio de la botella al acusar por corrupción a la esposa de Pedro Sánchez en la previa de las elecciones de la Unión Europea, y se abstendrán de cualquier acción hasta que hayan pasado esos comicios, previstos para el 9 de junio.

“Esto no es como con Colombia”, comparó la situación con el país ibérico, espontáneamente, una fuente del oficialismo, en alusión a los fuertes cruces que protagonizó el Presidente con Gustavo Petro hace dos meses. En ese momento, Milei y su par colombiano bajaron el tono del discurso, que giraba en torno a diferencias ideológicas, y el primer mandatario envió a la canciller, Diana Mondino, a Bogotá para negociar una tregua. Esta vez, ambas partes quieren que el otro pida perdón, y eso, aseguraron en Gobierno, “no va pasar jamás”.

Faltan 20 días para la fecha en la que España tiene que elegir 61 eurodiputados, cuando Sánchez pondrá en juego su liderazgo a nivel regional en medio de las acusaciones por corrupción contra Begoña Gómez, por las que estuvo a punto de renunciar. Donde se verá, también, hasta qué punto puede ascender VOX, que salió a respaldar a Milei. En el Gabinete creen que el jefe de la Moncloa intentará sacar ventaja de la discusión que, creen, él mismo propició por interés electoral, cuando funcionarios del gobierno de España trataron a Milei de “consumidor de sustancias”, de “fascista” y de tener posiciones contrarias a la democracia. Por eso, razonan, no tiene sentido apurar un viaje del Presidente o de su ministra de Relaciones Exteriores para calmar las aguas.

En estado de convulsión diplomática, en Gobierno avisan, de todas formas, que los planes pueden cambiar conforme pasen las horas y los días. “Es muy difícil asegurar algo”, reconocieron, horas después de que España redujera su representación en el país al nivel del Encargado de Negocios, un funcionario de menor rango.

Milei viajará recién el 21 de junio a Madrid, a continuación de su participación en la cumbre del G7, para recibir un premio del Instituto Juan de Mariana en el marco de la llamada “Semana de la Libertad”. Tenía prevista esa visita desde antes de las discusión, y en su entorno consideran como un gesto que no la haya suspendido. Pero no habría novedades de visitas antes: “No tiene sentido hacer nada hasta el 9 de junio”, repiten en su entorno.

Más temprano, Mondino buscó bajar el tono al conflicto. A diferencia de Milei, que redobló la apuesta anoche en una entrevista televisiva, esta mañana la canciller intentó reducir la pelea en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) al nivel de“una anécdota”. “Es un caso bastante particular en donde la relación personal que pudiera o no haber entre los líderes de un país no puede ni debe afectar la relación entre la sociedad, la comunidad”, deslizó con calma, en sus primeras declaraciones públicas post-choque entre el líder del PSOE y Milei.