El ministerio de Justicia inauguró el Centro de monitoreo de tobilleras

Esta mañana el ministro de Justicia Germán Garavano inauguró el Centro de Monitoreo de la Dirección de Asistencia de Personas bajo vigilancia Electrónica, un nuevo espacio donde harán la supervisión, monitoreo y rastreo electrónico de personas que cumplen arresto domiciliario u otras modalidades de detención o ejecución de la pena.

egún explicó Juan Bautista Mahiques, subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios, este anuncio forma parte de un programa conjunto entre el ministerio de Justicia y el Poder Judicial para promocionar el uso de medidas alternativas a la prisión. 

“El programa tiene dos ejes: el de los detenidos con prisión domiciliaria y el de la violencia de género. El Estado nacional le está dando a las provincias esta herramienta de avanzada que funciona muy bien en otros países. Hoy con 350 dispositivos activos en todo el país podemos proteger a las mujeres, que es uno de los grandes desafíos que tiene la Justicia y el Gobierno”

El nuevo Centro está integrado por un equipo de 35 psicólogos y trabajadores sociales que deberán enfocarse a la integración social de los detenidos. Además hay un departamento jurídico y otro especializado en estadísticas e informes.

El ministerio de Justicia informó que el protocolo establece la prioridad para la asignación de las tobilleras, y define como población vulnerable a las mujeres embarazadas, a las madres de niños menores de cinco años, a los enfermos en período terminal o cuando el encierro carcelario les impida recuperarse, a personas con discapacidad, a los mayores de 70 años y a aquellos que sean considerados de baja peligrosidad.

De acuerdo con datos oficiales, de las 44 tobilleras entregadas en junio de 2015 a las 1200, en enero de 2019, aumentó un 1821% la cantidad de dispositivos en uso como medidas alternativas a la prisión.

El ministerio de Justicia también tiene a su cargo la supervisión de los dispositivos duales para víctimas de violencia de género, cuyos equipos se componen de dos unidades de rastreo, uno para la víctima y otro para el agresor.

En este caso, el sistema monitorea la ubicación y fija zonas de exclusión o de peligro como el domicilio o lugar de trabajo de la víctima, el colegio de los hijos, entre otras. Ante una eventual violación del perímetro se emite una alerta, dicho incumplimiento tiene valor probatorio en la causa judicial.

Los dispositivos de control ambulatorio tienen un geolocalizador que transmite la ubicación del detenido todos los días y a toda hora y que cualquier irregularidad que ocurriera es comunicada inmediatamente a la Justicia.

El buen funcionamiento de este Centro dependerá de que el personal a cargo de llevar a cabo el programa tenga la capacitación y las herramientas correspondientes, de que haya permanentes mecanismos de control y rendición de cuentas sobre cómo funciona y, sobre todo, de que este anuncio no sea algo aislado y, en cambio, forme parte de políticas públicas integrales para mejorar la administración de Justicia.