El «modelo Carrió»

La ex diputada salió a bancar el proyecto de flexibilización laboral que reclama Juntos por el Cambio, pero el archivo la delata.

Corría el dos de julio de 2018. Empezaba, aunque pocos argentinos lo sabían, el derrotero financiero del gobierno de Mauricio Macri. Después de ganar las elecciones legislativas del 2017 con la mayor ampliación presupuestaria de su gestión, el presidente enfrentaba ahora las consecuencias del modelo de especulación financiera que impulsó desde la presidencia y del fuerte ajuste que llevaría adelante, después de que se le cerraran las puertas del financiamiento externo y terminara una vez más en las manos del Fondo Monetario Internacional.

Por ese entonces, Elisa Carrió era ungida como una de las principales defensoras de las políticas de Macri en los medios. «Hay momentos en la vida en que uno tiene desesperanza, pero la esperanza consiste justamente en eso: en tener esperanza en la desesperanza», explicaba en diálogo con La Nación la por entonces diputada. «Esa es precisamente la dureza del desierto, por lo que tenemos que pasar, lo que yo quiero que entienda la gente es que yo sé que esa desesperanza existe, que hubo un impacto sobre los salarios».

Si bien Carrió dio acuso de recibo del brutal ajuste que sufrieron los salarios durante el gobierno de Juntos por el Cambio, en su momento la «receta mágica» que encontró fue pedirle a las clases medias que le pusieran el hombro a la crisis producto de la fuga de capitales y que dieran «más changas». Sí, eso sostuvo.

«Lo primero que le quiero recomendar a la clase media y media alta es que dé propinas y changas, aunque le cueste. Hay más de dos o tres millones de personas que viven de esas changas. Y a veces, cuando nos ajustamos, lo primero que hacemos es dejar de dar propina. Y es ahí cuando cortamos un círculo, un esfuerzo solidario como el que se hizo con los cartoneros en 2001», precisó en su momento.

Tres años después, ya con el Frente de Todos en el poder y luego de más de un año y medio de actividad productiva congelada por la pandemia, el análisis de Carrió es otro. En línea con la posición de su partido, la ex diputada volvió al ruedo para respaldar la reforma laboral con la que la oposición busca que los empleados pierdan su derecho a la indemnización. ¿Cómo lo hizo? Habló del día en el que tuvo que indemnizar a una empleada doméstica.

«Acá tiene que haber una reforma laboral», sostuvo Carrió. «El otro día tuve que echar a una empleada que estuvo un mes y diez días en casa y me salió verdaderamente una fortuna», se quejó en diálogo con la señal de noticias TN, al tiempo que sumó: «La prohibición de despidos, con doble indemnización, impide el trabajo. La revolución impositiva en la Argentina es parte de esta revolución republicana que empezó con el campo por la cuestión impositiva de las retenciones. Hay que simplificar impuestos, discriminar entre Nación, Provincia y Municipios; hay que habar impuestos y tener programas sociales y universales como el ingreso ciudadano. Y hay que terminar con la indemnización que a las Pymes las funde».

Por fuera de que la administración de Mauricio Macri bajó los impuestos a determinados sectores y no consiguió así la generación de empleos registrados, Carrió insistió con la «fórmula de la flexibilización». Ahora bien, ¿cuánto dinero tuvo que pagar la ex diputada para cumplir con los derechos laborales de su empleada doméstica?

De acuerdo a un reporte especial realizado por Crónica, la indemnización en caso de que la haya tenido en blanco (y de que en efecto haya existido) fue de $75.500: partiendo de la base de $28.606, la integración de $28.606, el preaviso $2.838, el Sueldo Anual Complementario sin preaviso $794, vacaciones $2.300 y Sac sin vacaciones $191