«Esperamos una sesión difícil, pero lo vamos a resolver»

La oficina de Fernando “Chino” Navarro es por estos días un desfiladero de gente. Funcionarios, legisladores, asesores, gobernadores y referentes de organizaciones sociales son algunos de los actores políticos que pasaron durante este primer mes por su despacho. Y es que precisamente, su tarea de coordinar los vínculos institucionales entre la Casa Rosada con el Congreso, sin dejar de lado los movimientos sociales, así lo amerita.

Por estas horas, el temario que más suena en la oficina custodiada por Evita (que lo observa desde los cuadros en la pared recordándole su origen como dirigente) corresponde a las sesiones extraordinarias, puntualmente, al proyecto de sostenibilidad de la deuda.

En diálogo con Ámbito, el Secretario de Relaciones Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil, anticipó que la negociación por el proyecto será “difícil”, aunque se mostró optimista en su aprobación.

Fernando «Chino» Navarro.Jefatura de Gabinete

Periodista: ¿Qué prevé para el tratamiento del proyecto de sostenibilidad de la deuda?

Fernando Navarro: En general las extraordinarias nunca son fáciles. La oposición se puede endurecer más o menos, aunque es razonable que marque diferencia. En el caso de la deuda hay un dato que es indiscutible y lo reconoce hasta el propio FMI, y ese es la mala praxis de (Mauricio) Macri, de su equipo económico, que puso a la Argentina en una situación de default virtual, porque quienes reperfilaron la deuda fueron él y (María Eugenia) Vidal. Esperamos una sesión difícil, el Gobierno puso sobre la mesa el tema, lo va a discutir de cara a la sociedad y creo que lo vamos a poder resolver. Porque así como hay un sector del macrismo que es más duro y dogmático, también hay otro sector que es más sensato, más razonable y que entiende y reconoce las dificultades que está afrontando la Nación.

P.: ¿Y cuáles cree que serán las principales trabas que va a poner ese sector más “duro y dogmático”?

F. N.: No puedo anticipar cuáles van a ser las principales trabas, pero lo que puedo sí decir es que va a ser un debate en el que se va a tratar de discutir económicamente la emergencia, se va a tratar de justificar lo que hizo el gobierno de Macri, y seguramente habrá debate respecto a lo que viene. Lo que el Gobierno está planteando es un instrumento para que el Congreso le avale al Ejecutivo el poder discutir el tema de la deuda en el marco del desastre económico financiero que nos dejó el macrismo.

P.: ¿El ministro Martín Guzmán va a ir al Congreso a dar explicaciones sobre el proyecto?

F. N.: Veremos según cómo evoluciona el debate, si es un debate racional seguro están todas las voluntades de explicitar, explicar, y escuchar, pero lo va a determinar la propia coyuntura del debate, y el equipo económico va a estar a disposición de los diputados para incorporar cualquier tipo de crítica.

P.: Otro de los debates que se prevé complicado es el de jubilaciones de privilegio.

F. N.: Es una cuestión estructural que lleva mucho tiempo sin resolverse. Son sistemas de jubilaciones, que algunos llaman de privilegio, otros especiales, y que objetivamente se han transformado en injustas respecto a lo que perciben en un sistema y lo que perciben los jubilados en otro tipo de sistema. Seguramente va a haber una gran discusión que excederá el Congreso, porque los medios van a amplificar el debate, los jubilados van a querer saber y tienen toda la razón, es bueno que se debata y se discuta con respeto, que la sociedad empiece a discutir y comprometerse con su presente y su futuro, pero haciéndonos cargo también del pasado.

P.: Algunos actores de la oposición que fueron gobierno elevaron críticas sobre las jubilaciones de privilegio, ¿cree que hay un doble discurso?

F. N.: En algunos sectores de la oposición hay oportunismo. Es difícil evitarlo porque, cuando no hay política, no hay diagnóstico, es más fácil empezar a hablar de temas como si hubieran aparecido ayer. Hay cuestiones estructurales de la Argentina de las que tenemos que hacernos cargo todos. El gobierno de Macri empeoró todas las condiciones económicas y sociales de Argentina, pero sería injusto decir que inventó la pobreza, aunque no pueden negar que tuvieron mucho que ver con el 40% de pobres, con la inflación o con un endeudamiento que los propios sectores financieros internacionales ligados al Fondo consideran que fue irracional.

P.: ¿Cómo evalúa el debut del oficialismo en el Congreso, con la Ley de Solidaridad Social y reactivación Productiva?

F. N.: Estamos satisfechos porque hubo una gran responsabilidad del oficialismo pero también hubo sectores de la oposición que actuaron con sensatez, con sentido de gobierno, porque la oposición también forma parte del Gobierno, sobre todo los sectores que fueron Gobierno hasta hace unos meses. Otros sectores se quedan en la más fácil que es gritar. Pero bueno, así es la política y no es un concurso para ver quién gana. Lo importante es que se resuelvan los problemas de los argentinos.

P.: ¿Y cuáles son estos problemas de los argentinos que le preocupan?

F. N.: Inflación, dólar, tasas de interés, todo eso impacta en la macroeconomía, y el ministro Martín Guzmán lo tiene muy claro.

P.: ¿Cómo está el vínculo hoy con las organizaciones sociales?

F. N.: En su gran mayoría son parte del Gobierno, porque asumieron el compromiso de ser parte de la solución y no del problema, y muchos dirigentes sociales ocupan cargos en Desarrollo Social, en Agricultura Familiar, entre otros espacios.

P.: En este marco, ¿cómo se viene dando la articulación y la convivencia entre los distintos espacios y actores que conforman el Frente?

F. N.: Es una coalición y una coalición se identifica por lo diverso, lo plural, lo multicolor. Es un frente que no es monolítico, no es de un solo color, es un arco iris, y eso me parece bueno porque expresa diversas realidades y miradas. El desafío es sintetizar para poder darle más volumen al Gobierno, que es lo que está haciendo Alberto Fernández.

P.: ¿Cuáles son los principales desafíos de la gestión?

F. N.: Eliminar el hambre y la pobreza, generar pleno empleo con salarios dignos y construir una sociedad que sea previsible y en la que podamos vivir en paz, una sociedad responsable, pacífica, consciente de sus problemas y con vocación de buscar la solución en un debate plural y diverso.

P.: Hace un tiempo habló de otro objetivo, que era lograr “el fin de los planes sociales”, ¿se mantiene esto?

F. N.: Los planes sociales tienen que ser reemplazados por trabajo. Son una emergencia, una excepción. Nosotros tenemos que salir de la emergencia y que lo normal sea tener un trabajo digno.

P.: ¿Cree que esto podrá lograrse en cuatro años?

F. N.: Lo vamos a intentar y seguramente lo vamos a lograr, más allá de si es en cuatro años, en tres, o en siete.