Guerra abierta en el gobierno de Bolsonaro

Jair Bolsonaro quedó en el medio de una guerra que no se detiene hace veinte díasentre su gurú, Olavo de Carvalho y el ala militar que tiene el control de su Gobierno.

Olavo es escritor e idéologo del presidente de Brasil, una suerte de Jaime Durán Barba paulista y es muy crítico de los generales de las Águilas Negras de Río de Janeiro, representadas por el vicepresidente de Bolsonaro, Hamilton de Mourâo.

La pelea se desató con un video de Olavo publicado en las redes sociales de Bolsonaro el pasado 20 de abril. En el video Olavo afirma que las escuelas militares no producen nada bueno desde hace mucho tiempo, «sólo pelo pintado y voz empostada».

El general Mourâo salió a responderle y dijo que Olavo debería limitarse a sus funciones de astrólogo. Entre los militares chicanean al escritor al acusarlo de «desocupado». El general Eduardo Villas Bôas, miembro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), publicó en Twitter un duro texto sobre Carvalho, en el que dice que el escritor tiene un «vacío existencial» y «derrama sus ataques a los militares y a las FFAA demostrando total falta de principios básicos de educación, de respeto y de un mínimo de humildad y modestia».

Días después, el ministro de la Secretaría de Gobierno, general Santos Cruz, también salió en defensa de Mourão y criticó a Olavo, a quien acusó de ser un desequilibrado que usa un lenguaje «chulo».

Olavo continuó con el enfrentamiento y criticó una entrevista en la que Santos Cruz defiende que el uso de las redes sociales debe ser «disciplinado». Santos Cruz es el encargado del área comunicacional de Bolsonaro y es cuestionado dentro del Gobierno, y en especial por el sector de Olavo, de hacer mal ese trabajo.

El punto más caliente de la pelea se produjo en las últimas horas, cuando Olavo en su Facebook acusó a Santa Cruz por «tráfico de influencias» y de querer forzar al ministerio de Relaciones Exteriores a pagar convenios que el propio Bolsonaro había ordenado suspender porque favorecían a organizaciones de izquierda. El gurú aseguró que el general se sintió acorralado por sus palabras e incluso se había imaginado una embestida del «ejército de olavettes», lo que vendría a ser una tropa de trolls dirigidos por Olavo.

En medio de esas acusaciones, se metió otro general, Paulo Chagas, que acusó a Olavo de «cagar por la boca».

«Dicen que Olavo dijo: ‘A quien me llama desocupado no puedo ni responder que desocupado es el culo de él, ya que no para de cagar todo el día’. El ano es el órgano excretor, hace su función el día entero, desocupado es el ano de Olavo que fue sustituido por la boca», dijo por Twitter el ex candidato derrotado en la elección para el gobierno del Distrito Federal.