Guzmán rechazó la contraoferta

Guzmán rechazó la contraoferta y dijo que los bonistas no entienden las restricciones de Argentina «Aceptar lo que piden algunos acreedores significaría someter a la sociedad argentina a más angustia, implicaría por ejemplo ajustar jubilaciones, y no lo vamos a hacer”, retrucó.

En ese marco, Guzmán expresó en declaraciones difundidas por el ministerio de Economía  que “seguimos esperando que prime la buena fe por parte de los acreedores». «No vamos a confrontar con nuestros acreedores. No vinimos a pelearnos con nadie sino a resolver un problema enorme en el que se dejó a Argentina. Queremos resolver el problema”, manifestó. El ministro destacó que “fue con esa vocación que hicimos una oferta definitiva que incluyó nuestro máximo esfuerzo», y confió en que “la mayoría de nuestros acreedores va a aceptar la oferta».

Previamente, el presidente Alberto Fernández, también se refirió a la contraoferta de un grupo de bonistas en la negociación por la deuda externa y aseguró que «la Argentina ya ha hecho un enorme esfuerzo con la oferta que hizo» y que por eso «es muy difícil hacer una oferta mejor» porque se «empieza a poner el riesgo el mañana».  «Vamos a seguir hablando y seguir con la negociación. La Argentina ha hecho un enorme esfuerzo con la oferta que ya ha hecho. Es muy difícil hacer una oferta mejor, hacer una oferta mejor empieza a poner el riesgo el mañana», planteó el jefe de Estado. Los tres grupos que no aceptaron el último plan oficial fueron Ad Hoc de Accionistas de Bonos Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Accionistas de Bonos de Intercambio.

La propuesta conjunta representa importantes concesiones económicas y legales de los tres grupos, incluido que los nuevos bonos emitidos a cambio de los bonos globales existentes se regirán por una versión modificada de la escritura de 2016″, afirmaron los acreedores en un comunicado. Los acreedores pidieron un «endulzante» en la propuesta (es decir, más centavos por dólar, que en la última oferta fue de 53 centavos por dólar), y como prenda de cambio cedieron en el punto en que los poseedores de bonos emitidos en 2016 reclamaban la mismas cláusulas de protección a inversores que tienen los bonos emitidos en 2005 y 2010, a lo que el gobierno se negaba.