Las retenciones, otra vez en el centro de una ofensiva golpista

Una alianza integrada por sectores del campo y medios de comunicación hegemónicos puso en marcha un plan para desestabilizar al flamante gobierno del Frente de Todos, utilizando como pretexto un supuesto aumento de las retenciones a las exportaciones.

El presidente Alberto Fernández sostuvo que “El campo también tiene que hacer un esfuerzo”, aunque aclaró que no hubo un aumento en los impuestos al sector agropecuario: “Lo único que se hizo fue actualizar”, debido a  la devaluación del peso, “las retenciones que ya existían”, explicó.

Asimismo, les pidió a los dirigentes del campo que no se inquieten: “No estamos fijando nuevas retenciones”, subrayó, y amplió: “Cualquier cosa que se hiciera en ese sentido será objeto de discusión”.

Para no dejar ninguna duda, el jefe de Estado añadió que “No se están aumentando las retenciones, sino dejando en pie las retenciones que existen, quitando una limitación de 4 pesos por dólar que Macri había impuesto cuando el dólar valía la mitad que hoy”.

Las explicaciones del Presidente responden a la embestida desatada por sectores vinculados a la producción agropecuaria, apoyados por La Nación, Clarín y demás medios hegemónicos de comunicación, que incluye amenazas hacia la flamante administración del Frente de Todos.

La exportación de soja venía pagando de retenciones 18% más $4 por dólar exportado. Con un dólar mayorista a $60, esos $4 por dólar exportado que hasta ayer pagaban, implican una alícuota efectiva de 6,5%. O sea que, la exportación de soja venía pagando hasta ayer 24,5% de retenciones (18% de base + 6,5% que representan los $4 por dólar).

Cuando Macri establece este mecanismo en 2018, el dólar estaba a $38, por lo cual los $4 por dólar exportado implicaban una alícuota efectiva de 10,5%, por lo que en ese momento, se pagaba 28,5% de retenciones (18% más 10,5%). Luego, la incidencia de los $4 por dólar exportado se fue licuando con las sucesivas devaluaciones.

Conforme al decreto publicado ayer, la soja pasaría a pagar los 18% de base más un 9% adicional que reemplaza a los $4 por dólar exportado, es decir, estamos hablando de 27%. Porcentaje menor a lo que se pagaba cuando Macri largó la medida, allá por el 2018.

De esta forma, si las patronales agrarias deciden rebelarse contra las retenciones, es evidente que se trata de un intento desestabilizador contra un gobierno peronista, y no de un reclamo por la afectación real de sus intereses, que de todos modos no sería injusta si se produjera.