«Los vuelos a China no hubieran sido posibles con Macri»

Pablo Biró: «Los vuelos de Aerolíneas a China por insumos no hubieran sido posibles con Macri» Para el sindicalista, uno de los pilotos del primer Airbus 330 rumbo a la nación asiática, el viaje es posible por el diálogo con el Gobierno. Paso por paso, cómo se planeó la misión.

Fueron cerca de cincuenta horas de vuelo, verdad? «Cincuenta y cuatro horas y 47 minutos. Unos 44.023 kilómetros», detalla Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y uno de los doce pilotos y copilotos de Aerolíneas Argentinas que se turnaron para completar la travesía hacia el otro extremo del mundo a bordo del primero de los Airbus 330.

Adaptado para cargar 13 toneladas de cajas de barbijos y componentes para los kits de detección de Covid-19; no solo en su bodega, sino también en la cabina de pasajeros. Aquella primera carga fue para la Provincia de Buenos Aires: una parte fue adquirida por pedido del Ministerio de Salud bonaerense y la otra donada por privados.

El lunes 20 de abril regresó el segundo de esos vuelos, esta vez con recursos requeridos por Nación, y partió un tercero siguiendo la misma ruta a través de Auckland. Y habrá más vuelos, hasta ocho en total. —Hubo un mensaje de audio de whatsapp suyo que se viralizó, de horas antes del despegue, en el que comentaba que temían que les confiscaran la carga durante la travesía. ¿Corrieron ese riesgo en algún momento? —Ese fue un audio que le mandé a dirigentes sindicales que pertenecen al núcleo del MTA, un movimiento de dirigentes nacionalistas al que pertenezco. Les comenté eso para que supieran que participaba de esta misión, porque ellos no tienen nada que ver con la aeronáutica.

Sacado de contexto, suena extraño, pero es cierto que hubo países que tomaron la decisión de confiscar las mercaderías en medio de esta emergencia. Les decían a las tripulaciones que ellos podían seguir pero la carga, no. Lo hizo Turquía, con España; y también Estados Unidos, con un cargamento que estaba vendido a Brasil. Arribaron cuarenta toneladas de insumos desde China —¿Cómo evitaron correr esos riesgos? —Todos esas cosas nos abrieron los ojos en cuanto a que había que planificar con cuidado las rutas y pensar bien cómo se hacían los vuelos para evitar estas situaciones.

El hecho de que los dos gobiernos estuvieran involucrados, el de China y Argentina, y luego la aerolínea de bandera, que a todos los fines jurídicos es parte del territorio argentino, con pilotos argentinos, nos daba una garantía mucho mayor a si esto involucraba solo a privados. —¿Quiénes definieron qué ruta era la más idónea? —Hay una Área de Gerencia que participa en el cálculo de las rutas de Aerolíneas Argentina y nosotros, desde el sindicato, siempre participamos de todos los planteos y operaciones que hace la compañía con la Secretaría de Seguridad.

Pero la tarea de planificarla residía en la empresa. «Barajamos ir vía Europa. Luego África. Al final, elegimos Oceanía, nos parecía la más sólida. Había que planificar con cuidado las rutas para evitar posibles confiscaciones» —Al final, volaron hacia el Oeste, por una ruta sobre el Pacífico, haciendo una escala en Auckland. ¿Barajaron otras alternativas? —Se pensó en volar a China vía Europa, con toda la problemática que hay allá. También se pensó en ir a través de África y, finalmente, por Oceanía. Hay lugares tan cerrados donde no se puede conseguir comida cuando uno hace escala.

En otros, directamente, no se permite el ingreso de extranjeros. O que salgan. Son todas cosas que tomamos en cuenta a la hora de trazar la ruta. Al final, elegimos ir por Oceanía, de todas las opciones nos parecía la más sólida. La que nos daba más garantías de poder ir y volver. —Eran doce pilotos y copilotos, además de los mecánicos y despachantes ¿Cómo se relevaban en el aire? —Había una tripulación responsable por cada tramo.

El objetivo era llegar con una tripulación lo más descansada posible para el momento del aterrizaje. —¿Se percibe en el cielo la disminución de tráfico aéreo a partir de que muchos países cerraron sus aeropuertos o los limitaron a operaciones selectivas de repatriación como ocurre en Ezeiza? —Hay rutas donde llama la atención los pocos aviones con los que uno se cruza. Y hay otras áreas que están muy, muy saturadas.

Normalmente todo está saturado por lo que ahora se nota el contraste. Por ejemplo, la ruta hasta China estuvo muy tranquila pero la aproximación estaba completamente saturada. El aeropuerto de Shangai está lleno de aviones de pasajeros parados y en la parte de carga, donde estábamos nosotros, repleto de aviones haciendo lo mismo que nosotros.

Cancillería tuvo que intervenir bastante para poder destrabar varias cosas, no solo la carga, también el permiso de sobrevuelo de determinados territorios. Todo esto es posible porque hay diálogo, buena voluntad con el Gobierno. Nadie baja a dar órdenes sino que se consultan las cosas. Hay un sentido de pertenencia a la Nación en coincidencia con la conducción política de los trabajadores.

La ruta hasta China estuvo muy tranquila pero la aproximación estaba completamente saturada. —¿No ve posible estas misiones especiales a China con el Gobierno previo? — De ningún modo, no creo que estos vuelos de Aerolíneas Argentina a China por insumos hubieran sido posibles con Macri. No creo que Aerolíneas hubiera tenido futuro con esa gente. Ni siquiera la nación, ningún futuro. Por eso nosotros resistimos, por un proyecto de país distinto.

Cuando el Presidente (Alberto Fernández) dice que «hay que cuidar a los argentinos, hagamos lo que haga falta», nosotros estamos convencidos de que es una bendición tener un Presidente así.

Si nos hubiera tocado un (Jair) Bolsonaro, un (Donald) Trump o un (Sebastián) Piñera, estaríamos prendidos fuego. —¿Quién designa las tripulaciones para estas misiones a China o a cualquier lugar donde haya argentinos varados que piden regresar? — Las tripulaciones son voluntarias. Surgen las misiones y los pilotos llaman a los jefes de flota y se ofrecen. Después algunos me llaman para quejarse porque no los pusieron, todo el mundo se quiere sentir útil. Yo fui voluntario para esta misión como fui voluntario para el primer vuelo de repatriados a Miami.

Si hace falta volar a donde sea, lo voy a hacer. Mis compañeros están dispuestos también. Si el día de mañana, cualquiera de ellos no puede ir, voy a ir de vuelta yo. —¿Sintieron algún temor o inquietud de volar hacia China, donde comenzó toda esta emergencia? —Por supuesto que sí. La ausencia del miedo es locura. La valentía consiste en administrar esos miedos y que no te bloqueen, hacer lo que tenés que hacer.

Si vos me decís que tengo que volar a China para buscar insumos que pueden salvar una vida, y me das un traje, una máscara, alcohol en gel y me explicás, como hizo el Ministerio de Salud, cómo tengo que hacer para cuidarme, que no me voy a morir, voy y traigo lo que haga falta. El riesgo está, pero nos cuidamos.

Tenés más riesgos vos si no te cuidás cuando vas al supermercado que yo en China si me cuido. «Si vos me decís que tengo que volar a China para buscar insumos que pueden salvar una vida y me explicás cómo tengo que hacer para cuidarme, que no me voy a morir, voy y traigo lo que haga falta» —¿Los proveyeron de todo el equipamiento de seguridad? —Pedimos todo los que nos recomendaron y nos dieron todo, de buena calidad y suficiente y en los talles apropiados. Aerolíneas te cuida.

Teníamos los trajes esos todos blancos que usan los que trabajan con bio-sustancias, un gorro que te tapa la cabeza, ajusta en los tobillos y las muñecas, un cubre-zapatos, guantes y máscara tapando toda la cara. No había forma de contagiarse. Y se fumigaba todo cada vez estabas en una zona donde podía haber alguna amenaza de contagio.

Llevábamos desinfectantes. También las autoridades chinas te fumigaban. Se movía el avión, se fumigaba. Se subía algo, se fumigaba. Y cada vez que tocabas algo, se fumigaba. Andábamos con unos tarros de alcohol en gel y jabones de máximo poder de desinfección. Estábamos protegidos. —¿Hay casos de trabajadores contagiados en Aerolíneas Argentinas? —Sí, hay casos en varios sectores. Tripulación de cabina de pasajeros, jefatura de base, despachantes, varios asintomáticos. Hay varios contagiados y varios en cuarentena.

Pilotos, por suerte, no tenemos ninguno. —Hubo varios problemas con empresas por el tema de pagos en medio de la falta de actividad por la cuarentena. ¿Cómo está la situación en Aerolíneas Argentinas? —Hay algunos problemas, tenemos la paritaria vencida, por ejemplo, hace tiempo que no se ajustan los salarios, pero tampoco somos ciegos, sabemos que no estamos en una situación normal. Cuando llegue el momento, veremos cómo hacer para recuperar el salario. Por ahora no hay ningún pasajero volando.

Fuente www.perfil.com