Menos empresas, menos trabajo

Durante el año 2018, se realizaron 108 procesos preventivos de crisis en empresas, el triple que en el 2015. El 2019 continuó con esta tendencia, conociéndose recientemente el caso de FEMSA, la embotelladora de Coca-Cola y, días atrás, los de la Editorial Atlántida, la aerolínea Avianca, la fabricante de neumáticos Fate, la de maquinaria agrícola Pauny y la de Eskabe, fabricante de estufas y termotanques.

Estos procedimientos permiten a las grandes compañías a realizar suspensiones y despidos masivos con reducción de las indemnizaciones, violando los derechos de las trabajadoras y trabajadores; en lo que constituye una reforma laboral encubierta de hecho.

La crisis ocasionada por el gobierno de Mauricio Macri tiende a acelerarse mes a mes.

En diciembre, la actividad industrial registró un descenso del 10,7% frente al mismo mes de 2017; acumulándose un retroceso del 3,4% para el 2018; según informó la UIA (Unión Industrial Argentina)

El modelo económico impuesto por el gobierno nacional implica necesariamente la destrucción de la industria local, causada por la ruptura del círculo de producción y consumo a partir de la baja de salarios y jubilaciones con la consecuente pérdida del poder adquisitivo, una inflación descontrolada, la liberación del tipo de cambio, la falta de créditos para pequeñas y medianas empresas y la apertura indiscriminada de las importaciones en desleal competencia. El industricidio es su modelo.