Murió el último gobernador bonaerense de facto

Se trata de Jorge Aguado, símbolo de lo que definió como una “indisoluble unión cívico-militar” durante la última dictadura genocida. Su mensaje al asumir en 1982. Fue vice de Socma.

Falleció en las últimas horas Jorge Aguado, el último gobernador bonaerense de facto y hombre muy cercano a la familia del presidente Mauricio Macri, al punto de haber sido gerente de empresas del Grupo Macri, ex vicepresidente de Socma y otrora directivo del Correo Argentino. Símbolo de lo que él mismo definió como una “indisoluble unión cívico-militar” durante la última dictadura genocida, Aguado fue el único civil en ser mandatario bonaerense en los más de siete años en los que se extendió el proceso de tortura y muerte que dejó 30 mil desaparecidos.

Teniendo en cuenta su actividad ruralista y su pasado rol como presidente de Carbap, previo a su rol como gobernador, también ocupó el cargo de Ministro de Agricultura durante la presidencia de Viola.

Aguado asumió el máximo cargo público de la provincia de Buenos Aires en enero de 1982, en una ceremonia desarrollada en el Salón Dorado de la Gobernación provincial y ante la atenta mirada del Teniente General Cristino Nicolaides, quien en 2007 fue hallado culpable de asociación ilícita, privación ilegal de la libertad, apremios ilegales y reducción a la servidumbre de seis personas que permanecen desaparecidas, entre otros cargos por los que se le dio 25 años de prisión.

Quien le dejaba el mando a Aguado en aquel entonces era el General de División Oscar Bartolomé Gallino, el cual años atrás había sido uno de los designados por el dictador Jorge Rafael Videla para abocarse a Papel Prensa y la persecución a la familia Graiver. Ya en democracia, Gallino fue acusado de diversos crímenes de lesa humanidad, involucrando su responsabilidad sobre varios centros clandestinos de detención «El Tolueno» y «Fábrica Militar de Armas Portátiles ‘Domingo Matheu'», «Puerto Vasco» y «Pozo de Banfield».

Ante ese auditorio, Aguado brindó su mensaje de asunción en clara sintonía con el presidente de facto de ese entonces, Leopoldo Fortunato Galtieri. “El proceso de reorganización nacional abarca a todos los argentinos que se identifican con sus objetivos, destinados a restituir los valores esenciales que sirven de fundamento a la conducción integral del Estado”.

Al hacerse del poder de facto, el ruralista fue claro: “Debemos ratificar que a pesar de la diversidad de métodos, matices o estilos, el proceso es uno solo, cuyas metas compartimos todos sus protagonistas para lograr el perfeccionamiento progresivo de la sociedad, asegurando la continuidad histórica”, señaló luego de oscuros años de represión, tortura y muerte en centros clandestinos de detención, muchos a pocos kilómetros de la Gobernación.

Así, durante el discurso que fue transmitido por las radios públicas de la provincia de Buenos Aires en cadena (y a partir de las cuales se guarda el testimonio que se obtiene), Aguado arremetió: “Nuestra provincia también sufrió el cruel ataque de la subversión internacional con sus dolorosas consecuencias. Pero como ocurrió a lo largo y ancho de la Nación, también en Buenos Aires, nuestras fuerzas armadas y de seguridad solidariamente unidas con la población, supieron hacerle frente y ratificar una indisoluble unión cívico-militarque se nutre en los ejemplos legados por los próceres fundadores de nuestra nacionalidad».

Llamando a la «austeridad y esfuerzo», Aguado cerró su mensaje para arrancar un mandato que se extendió hasta el fin de los años de plomo. Ya en democracia, tuvo un paso por el Congreso como Diputado de Ucedé pero su actividad estuvo enfocada en el sector privado, más precisamente en el Grupo Macri, como vice de Socma en los noventa y directivo de Correo Argentino. Su fuerte lazo con la familia Macri, incluso con el Presidente (foto) fue marcada a lo largo de los años.

Actualmente, uno de sus siete hijos, Jorge Mariano, es Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva