Pichetto le da Macri el control de la bicameral de inteligencia

Con su voto, Cambiemos se asegura la mayoría, antes de recibir al fiscal que enfrentó al juez del caso D’Alessio. Con su voto en la Magistratura, el rionegrino terminaría de acorralarlo.

El pase de Miguel Pichetto al oficialismo para ser nada menos que compañero de fórmula de Mauricio Macri complicó a Alejo Ramos Padilla, el juez de Dolores que investiga la red de espionaje ilegal y citó a indagatoria al fiscal Carlos Stornelli.

Pichetto integra los dos organismos que investigan su instrucción: el Consejo de la Magistratura y la bicameral de control de organismos de inteligencia, que esta mañana volvió a suspender la reunión por falta de quórum.

La preside el senador radical Juan Carlos Marino, la integraban hasta ayer 7 oficialistas y la misma cantidad de opositores. Con Pichetto, Cambiemos quedó con el control absoluto y en esas condiciones a fin de mes recibirá al fiscal de Dolores Juan Carlos Curi.

Curi cuestionó la investigación de Stornelli, pidió a la Cámara Federal de Mar del Plata que la causa sea girada a Comodoro Py, pero no lo consiguió.

La bicameral de inteligencia recibirá al fiscal que cuestiona la investigación de Ramos Padilla. La Magistratura comenzará instruir la denuncia en su contra del Gobierno.

Ramos Padilla no pudo quedarse tranquilo, porque el 28 de mayo la Comisión de Acusación y Disciplina del Consejo de la Magistratura lo notificó de la acusación en su contra del Gobierno y por lo tanto deberá comparecer.

Para lograr la mayoría los consejeros oficialistas necesitaron el voto de Graciela Camaño y la ausencia de Pichetto, que ya será uno de los suyos y a cara descubierta.

Pichetto, de esta manera, podrá reunir información privilegiada en la bicameral para actuar en la investigación en la Magistratura, que sellará el destino del juez de Dolores.

Sus ex compañeros del Senado cuando se reúnan el martes para definir autoridades pedirán la renuncia de Pichetto a las comisiones que integra y a su butaca en la Magistratura, donde avisó que quiere quedarse.

No hay muchas formas de materializar un reclamo que no sea reunir una mayoría propia en el recinto del Senado, lejos de las posibilidades de peronistas y kirchneristas de esa casa. Ramos Padilla lo sabe.