«Podemos morir o desaparecer»

Álvaro García Linera afirmó que el golpe de Estado se impone por el temor y el silencio. «Hay 34 muertos, centenares de heridos», afirmó. 

El vicepresidente boliviano Álvaro García Linera afirmó que no pueden volver a Bolivía debido a que pueden morir o desaparecer, adelantó que no serán candidatos y reveló que el golpe de Estado «tuvieron que matar a 34 personas para obligarnos a retirarnos». En el el programa Habrá consecuencias por El Destape Radio comparó al presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, el golpista Luis Fernando Camacho, con Pablo Escobar. 

García Linera describió la situación en su país: “Estamos viviendo una estabilización del Estado de excepción» y agregó que «hay 34 muertos, centenares de heridos, persecución, temor a hablar”. Además se refirió a la comitiva de argentinos que viajaron a Bolivia para relevar las violaciones a los derechos humanos: “Miren lo que ha pasado con el grupo de argentinos, que son intimidados y son acusados de ser sediciosos que serán observados de cerca”. 

Sobre los comicios del 20 de octubre y las denuncias afirmó: “Hemos visto el informe de académicos del mundo entero que dice que ganamos la elección. Pero eso no la quieren reconocer el Gobierno de facto”. “La información que tiene el mundo, que ganamos las elecciones, no la quieren reconocer los policías, las fuerzas armadas y los medios de comunicación”, sostuvo. 

 “Es importante que los medios y la academia extranjera puedan llegar a Bolivia e informar de manera que rompan el cerco”, pidió. 

En ese sentido, agregó: “La Asamblea Legislativa está debatiendo una ley de restitución de garantías”, “la ley de garantías pide cosas básicas, como que se garantice el trabajo de los dirigentes y la ley”, “sin la ley de garantías es imposible garantizar elecciones libres y transparentes” y “«¿De qué elecciones libres quieren hablar si cuando anuncias ideas opositoras te acusan de sedicioso, narco o narcoterrorista?”. “Si no se aprueba la ley no podemos volver a Bolivia porque hay riesgo de morir o desaparecer”, aseveró.

Acerca del rol del golpista Luis Fernando Camacho subrayó: “Era evidente de que quería presentarse a elecciones desde que emergió este líder fascista. Camacho tiene una libreta con una lista negra para ubicar a sus enemigos, como hacía Pablo Escobar”. Agregró: “Camacho es la articulación de una derecha dura, que durante estos años no encontró un representante para recuperar el poder democráticamente” y reveló que el golpista «tiene deudas con el Estado y ve el Estado como un lugar para hacer negocios de manera personal”.

Sobre el futuro, García Linera aseveró: “El primer gran reto en América Latina es contener a las fuerzas regresivas de la historia, que no ganan elecciones y quieren entrar por la ventana”, “Habíamos pensado que la derecha que había usado la violencia para sus objetivos había desaparecido y no era cierto. Es una derecha antidemocrática”, “Ojo América Latina! Hay una derecha que está dispuesta a utiliza la violencia y la muerte para recuperar privilegios”, “Desde México hasta Tierra del Fuego hay esta derecha golpista y eso es un riesgo para la democracia” y “Se ha recuperado un fascismo de los años 40, que recupera su mirada antagonizada hacia la igualdad”. “En cada país hay que ver como se está organizando esta derecha fascistoide”, agregó.