Polémica por la nueva forma en que se van a contar los votos

Una reunión entre los apoderados de los partidos políticos terminó con fuertes cuestionamientos a un nuevo sistema que el Gobierno pretende imponer para el recuento provisorio de los votos. Que es el que, en definitiva, todos vamos a estar pendientes el día de las elecciones.

Por decreto, la Dirección Nacional Electoral que maneja Adrián Pérez dispuso que se cambien los tradicionales centros de transmisión de los resultados provisorios por zonas y que se cree un centro de transmisión en cada escuela.

De ese modo se evitarían las congestiones de los telegramas que se daban en los grandes centros urbanos y que terminaban retrasando (y modificando los cómputos). Por ejemplo, en las últimas elecciones, a medida que ingresaban los datos de La Matanza mejoraban los resultados para el kirchnerismo.

Al poner un centro de transmisión en cada escuela (que en definitiva es un escáner y un modem), creen que se puede agilizar todo para evitar esas largas esperas a la madrugada. Sin embargo, el nuevo sistema generó reparos en el resto de los partidos políticos.

Esto fue planteado por algunos apoderados partidarios en una reunión informativa que se realizó en la Cámara Nacional Electoral de la que participaron unos 60 responsables de los partidos políticos, los camaristas y los secretarios de la Cámara.

La reunión venía más o menos tranquila –como suelen ser– y con un tono informativo. Hasta que en un momento pidió la palabra Jorge Landau, el histórico apoderado del Partido Justicialista. A partir de ese momento, el encuentro se volvió incontrolable.

La primera objeción tenía que ver con cómo se trasladarían los telegramas del resultado desde el cuarto oscuro hasta el centro de transmisión de cada escuela. “¿Qué pasará con las urnas mientras el presidente de mesa va a llevar el acta? ¿Quién cuida los votos?”, planteó uno de los presentes. A este reclamo se sumó, entre otros, la siempre vehemente Vilma Ripoll.

Pero hubo otro debate que fue todavía más importante. La nueva medida que dispuso el Ejecutivo elimina los “certificados de escrutinio” que hoy se llevan los fiscales y los reemplaza por fotocopias del telegrama que saldrá desde el centro de transmisión provisorio de cada escuela. “Si tenemos todos fotocopias de una transcripción del mismo papel, ¿de qué manera vamos a contrastar resultados, planteó uno de los presentes.

Además, Landau consideró que es inconstitucional el nuevo sistema porque la ley establece que los fiscales se deben llevar un certificado de escrutinio. “El código electoral habla del certificado de los fiscales. Si solo tenemos un documento y me sacan este otro no hay control cruzado”, insistió.

En medio de esa discusión, las autoridades de la Cámara aclararon que no tienen injerencia directa en este tema, que depende enteramente del Ejecutivo. Aunque dijeron que van a buscar el modo de ayudar a la celeridad que busca el nuevo sistema que proponen, sin descuidar los controles. Los jueces se comprometieron a intentar resolverlo mediante una acordada, informaron a A24.com fuentes que participaron del encuentro.

Una idea que se barajó para solucionar todo este tema es generar un procedimiento en que un operario del correo o un coordinador de la escuela lleve el acta provisorio al centro de transmisión para que el presidente de mesa no descuide en ningún momento la urna. El procedimiento hipotético sería así:

  • Primero, el presidente de mesa llena el acta de escrutinio que se manda por correo a la junta electoral para el cómputo definitivo.
  • Luego, llena el provisorio y se lo da al cartero o delegado que lo lleva al “centro de transmisión” (que podría ser, por ejemplo, la oficina del director de la escuela) para que lo escanee y transmita.
  • Una vez que ese cartero se llevó el acta provisorio, el presidente de mesa completa todo el resto de formalidades, incluyendo los certificados.

“¡Que se queden toda la noche escribiendo, si quieren!. Lo importante es que salga rápido el conteo que se usa para el recuento provisorio”, explica un especialista en procedimientos electorales que está monitoreando estos cambios.“Hay razones de la cultura política de los partidos que creen que no tienen el instrumento de control que siempre tuvieron. Hay que garantizar la celeridad pero también la seguridad«, concluye.