Schmid rompió el silencio tras su renuncia a la CGT

Juan Carlos Schmid habló por primera vez tras su renuncia a la conducción nacional de la CGT. Lo hizo a través de una columna publicada el fin de semana en el diario Perfil.

Juan Carlos Schmid

En un extenso texto, el líder de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT)analizó su salida y el futuro de la central obrera, y aseguró que “la CGT se convirtió en un gigante con pies de barro”.

Como primer punto, detalló las ‘fallas’ de la gestión del triunvirato y el reunificado Consejo Directivo, y también los problemas estructurales de la central sindical, “desde su propio financiamiento hasta la forma de tomar decisiones”.

“Seguramente hemos cometido errores, pero nunca avalamos ni respaldamos proyectos ni medidas que cercenan los derechos de los trabajadores“, sostuvo Schmid sobre su gestión, al tiempo que afirmó: “La CGT nunca estuvo en una postura de integración ni de conciliación de intereses con el Gobierno. Por el contrario, en estos años hubo lucha”.

Por otro lado, el dirigente destacó la aparición de un nuevo actor en la vida política: los movimientos sociales. “El hecho de que no tengan acceso al empleo formal, porque el sistema los excluye o la crisis los expulsa, no significa que no sean trabajadores. El sindicalismo tiene que ponerle el oído, el corazón y los ojos a esta realidad”, señaló.

Schmid también analizó el futuro de la CGT y habló de un “nuevo esquema” con “espacio a las regionales del interior” para “avanzar en formas participativas”. “Un aspecto esencial es darles mayor apertura a los sectores juveniles y las mujeres”, subrayó.

“Y, sobre todo, debemos afianzar nuestra autonomía del poder político y económico. El contubernio para agradar a los políticos de turno termina siendo un voraz cáncer que carcome nuestras estructuras, nuestra independencia como organizaciones y hasta la credibilidad de nuestra representación”, agregó.

Y concluyó: “La CGT tiene que recuperar un espíritu confederal de mayor amplitud, un procedimiento orgánico sostenido y, sobre todo, un programa que no tenemos desde hace ya mucho tiempo; los paros y los planes de lucha serán consecuencia de ello y no al revés”.