100 días de emergencia para recuperar la obra pública
El ministro Katopodis se propuso reactivar el 65% de los proyectos paralizados; generará 20.000 puestos de trabajo y apunta a generar un esquema de transparencia ante las denuncias de corrupción
En lo que constituye uno de los pilares del Gobierno para reactivar la economía, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, se fijó un plan de 100 días para su gestión que contemplará tres ejes: reactivar el 65% de los proyectos que están paralizados, desplegar un programa de mano de obra intensiva para crear 20.000 puestos de trabajo y apuntalar los programas alimentarios con la red de agua potable en todo el país.
Se trata de una apuesta ambiciosa que requerirá de un presupuesto superior a los 9.000 millones de pesos, con el desafío de quebrar la historia de sospechas de corrupción que tuvo la obra pública en el kirchnerismo para avanzar hacia un esquema de mayor transparencia.
“Encontramos un país paralizado y un ministerio dinamitado. Vamos a reactivar la obra pública en todo el país para generar trabajo, y lo vamos a hacer con transparencia y diálogo”, dijo Katopodis a Infobae en referencia al gobierno de Mauricio Macri y al explicar los detalles del plan de 100 días para salir de la emergencia que le encomendó el presidente Alberto Fernández.
El ministro de Obras Públicas se fijó la meta de avanzar hasta fines de marzo en este enorme desafío de reconstruir el esquema de proyectos de infraestructura con el doble objetivo de reactivar la economía argentina.
El “plan para la emergencia” en la obra pública de 100 días que se impuso el ministro Katopodis contemplará los siguientes ejes:
1-Reactivación de la obra. El ex intendente de San Martín realizó un estudio preliminar cuando llegó al Ministerio de Obras Públicas en el que detectó que hay un 65% de las obras que están suspendidas por falta de financiamiento. Esto incluye hospitales, acueductos, cloacas, caminos y viviendas.
La parálisis de la obra pública comenzó a fines de 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri empezó a negociar un salvataje financiero con el FMI y no pudo sustentar más los proyectos de obra pública con los sectores privados que se había planteado.
Esta parálisis afecta transversalmente a gobernadores e intendentes del oficialismo y la oposición. Durante los últimos 10 días desfilaron por el despacho de Katopodis más de 18 gobernadores y una veintena de intendentes que le llevaron el mismo reclamo: la necesidad de salir del estancamiento de la obra pública para resolver problemas estructurales en sus distritos.
“A todos les decimos lo mismo. Que hay que fijar prioridades y evaluar lo que es urgente en esta etapa de emergencia”, explicaron allegados a Katopodis.
En este sentido, el Ministerio de Obras Públicas ya está negociando con el de Producción, a cargo de Matías Kulfas, una reasignación de partidas del presupuesto nacional para atender la obra pública urgente y determinar prioridades. La finalización de los proyectos del Metrobus que se desplegaron en la era Macri forman parte de este nivel de prioridades que el Gobierno no considera “primordiales” en este momento.
2-Mano de obra intensiva. La otra pata de este plan para los 100 días forma parte del proyecto Argentina Hace, que prevé la creación de 20.000 puestos de trabajo en las obras por realizar. La mitad de esa mano de obra será ocupada por mujeres, según lo acordó Katopodis.
Se apunta con este plan a que la gente se sume a las obras de su propio barrio y se genere de esta manera una recuperación del empleo genuino. Este trabajo estará también coordinado con el Ministerio de Trabajo y se trata de que la misma comunidad se involucre en los proyectos de infraestructura social básica, como la construcción de veredas, el arreglo de plazas o la instalación de centros de atención sanitaria.
3-Ayuda alimentaria y agua. De la mano del programa de tarjeta alimentaria que está desplegando en todo el país el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, su par de Obras Públicas quiere armar un esquema de apoyo de obras para la instalación de la red de agua potable en aquellos barrios vulnerables.
La tarea de Obras Públicas estará de la mano también de la empresa AYSA, que ahora está a cargo de Malena Galmarini. La intención de Katopodis es que el cronograma de reparto de la tarjeta alimentaria para la compra de productos de la canasta básica vaya acompañada por las obras de red de agua potable. Es que en muchos distritos donde se repartirá este programa alimentario no hay agua potable y los chicos ingieren agua contaminada. Ya se avanzó en el reparto de la tarjeta en Entre Ríos, Chaco y Buenos Aires. Los planes de obra irán acompañando ese cronograma.
Todo este andamiaje del plan de 100 días para la obra pública de la emergencia se empezó a gestar en estos días y en forma paralela Katopodis apunta a generar una “plataforma de transparencia” en el reparto, las licitaciones y las compras en los proyectos de la obra pública. Está claro que el fantasma de la corrupción que se vio durante el kirchnerismo, con Julio de Vido a la cabeza, no quieren repetirlo en el gobierno de Alberto Fernández.
No sólo esto. Katopodis se encuentra revisando la obra pública de la era Macri donde ya detectó graves irregularidades en el manejo de las obras, que en su momento irá denunciando.