Otra mentira sobre Nisman: No estaba drogado con Ketamina
Era uno de los elementos que se había utilizado para sostener la hipótesis del asesinato. Según los informes científicos, no es posible que eso haya sucedido.
Las mentiras sobre la muerte del fiscal siguen cayendo como fichas de dominó. Ahora se comprobó una nueva mentira en la pericia de Gendarmería, la que el gobierno toma como cierta para instalar que el fiscal fue asesinado tras ser sometido químicamente.
Esta vez se trata de la afirmación que Nisman estaba drogado con ketamina en el momento en que murió. Según los estudios realizados, si alguien le inyectó esa sustancia, el supuesto asesinato ocurrió antes de que la ketamina hiciera efecto.
De acuerdo con aquel informe de la Gendarmería, el fiscal “presentaba el fenómeno denominado como ‘sumisión química’, motivo por el cual el sujeto puede ser sometido contra su voluntad y sin oponer resistencia facilitando la acción de terceras personas que allí se hallarían en la escena del hecho”.
Sin embargo, varios trabajos científicos internacionales sobre la ketamina que fueron acercados a los investigadores en las últimas semanas prueban que la teoría de Gendarmería es inviable.
Para dopar, la ketamina debe metabolizar. Pero en el informe de Gendarmería no se menciona a la “norketamina” sino a la ketamina, a secas, y en cantidades que no pudieron ser medidas con el método de detección utilizado en el pool de vísceras, dos años y medio después de la muerte.