La UCR criticó el cerco de la Policía en la Quinta de Olivos
La UCR como bloque no emitió un comunicado, pero sí difundió posturas críticas de varios de sus legisladores. No firmó Mario Negri. Referentes de radicalismo porteño se diferenciaron y fueron duros contra de la sublevación.
Luego de casi dos días de ambigüedades y de publicar y luego borrar un comunicado donde apoyaba la sublevación policial, algunos diputados de la Unión Cívica Radical (UCR) repudiaron el accionar de los efectivos de la Policía Bonaerense que cercaron la Quinta de Olivos. Entre os que firman el comunicado no figura Mario Negri. Antes, ya se habían pronunciado de manera crítica Emiliano Yacobitti y Guillermo de Maya, referentes del radicalismo porteño.
“Diputados de la Unión Cívica Radical repudiaron hoy la protesta que el personal de la Policía Bonaerense realizó alrededor de la quinta presidencial de Olivos”, dice el texto que publicó el bloque de Diputados la UCR en su página web. No llega a ser un comunicado, sino que se limitaron a transcribir críticas de miembros de ese bloque.
La publicación cita declaraciones de varios diputados radicales pero, curiosamente, no la de Mario Negri, presidente del bloque, que pocos minutos después publicó en su cuenta de Twitter: “Un reclamo laboral de quienes deben trabajar por la seguridad de los argentinos es legítimo, pero es inaceptable que su canal de expresión sea una manifestación de los uniformados ante la Quinta de Olivos. No se puede poner en jaque las instituciones democráticas de ese modo”.
Entre el apoyo a la sublevación y este cambio de postura por parte del Bloque radical a nivel nacional, desde la UCR Capital llegaron las primeras críticas al accionar de efectivos de la Policía Bonaerense. Guillermo de Maya, el presidente de la UCR porteña, fue claro: “El reclamo de la Policía debe ser atendido. Pero las formas deben ser condenadas. En democracia es inadmisible que gente con armas de fuego rodee la Quinta de Olivos. #NuncaMás”. El mensaje no es menor: se trata del presidente un distrito importante para el radicalismo.
Otra figura de peso dentro del radicalismo porteño que criticó el accionar policial fue Emiliano Yacobitti, diputado nacional. En su cuenta de Twitter escribió: “El reclamo salarial de la Policía de la provincia de Buenos Aires es razonable y debe ser atendido, pero siempre en el marco del respeto de la legalidad y la subordinación de las fuerzas de seguridad a las autoridades democráticamente elegidas”.
La postura de De Maya y Yacobitti quedó así enfrentada con la del propio bloque de la UCR en Diputados, que publicó un tuit que luego borró donde pedían una respuesta inmediata a los reclamos de la policía sin una mención ni condena al cerco de patrulleros y agente alrededor de la quinta de Olivos. Luego cambiaron de postura pública.
Entre los diputados radicales citados por la publicación del Bloque UCR que criticaron el accionar estuvo Facundo Suárez Lastra, que afirmó: “La quinta de Olivos no es el lugar donde el personal de la policía de la Provincia de Buenos Aires debe hacer sus reclamos. Este accionar genera incertidumbre y preocupación. No es el momento, el lugar ni el modo”. Fabio Quetglas dijo que “los reclamos siempre deben guardar una proporcionalidad; más aún en servicios públicos y por supuesto más si se trata de fuerzas de seguridad”. Y agregó: “Los excesos, deslegitiman y distraen la atención. Rodear la Quinta de Olivos es inaceptable. Si al reclamo justo. No al apriete”. Otra vez los excesos, historia conocida.
Desde el radicalismo porteño se sumó Dolores Martínez, que planteó que “la incapacidad por parte del ministerio de seguridad de la provincia de canalizar los reclamos de las fuerzas de seguridad no debe prestarse a presiones de esta naturaleza rodeando la residencia presidencial. Los reclamos justos por las vías adecuadas”.
El mendocino Luis Petri escribió: “Reivindico y apoyo el reclamo legítimo de la policía bonaerense por mejores condiciones laborales. La Residencia de Olivos, no es el lugar. La Democracia con su Constitución es el primer pacto que tenemos que respetar y cuidar”.
Parece que los radicales porteños habían dejado en off side al resto de sus correligionarios.