PASO: qué chances hay de suspenderlas o postergarlas
A seis meses de la fecha estipulada por ley, el futuro de las primarias es incierto. Los gobernadores peronistas piden que no se hagan, pero el kirchnerismo se resiste. La oposición respalda la postergación, pero no la suspensión.
El presidente Alberto Fernández le pidió al Congreso que debata este asunto en las sesiones extraordinarias. Lo hizo por pedido de los gobernadores. Pero el asunto no se discute. La cosa no es tan sencilla: Máximo Kirchner, líder de la bancada oficialista de Diputados y de La Cámpora, no quiere saber nada. Por eso, hoy por hoy el futuro de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), a seis meses de que deban realizarse por ley, es incierto.
Los gobernadores del PJ, que representan al peronismo tradicional dentro de la coalición gobernante, y también los opositores, consideran que este año no deben realizarse las PASO, que hay que suspenderlas.
El argumento público es que no se sabe en qué condiciones sanitarias llegará la Argentina a agosto. Pero, en el trasfondo, hay una razón: quieren ganar tiempo para que la economía muestre mejores resultados y así poder obtener una victoria importante directamente en octubre.
Pero otra razón de fondo, quizás la más importante, es que los gobernadores son quienes definen las listas de candidatos a diputados y senadores nacionales y quieren seguir ejerciendo esa potestad, a la dura o a la blanda, lo que sería apostando a las negociaciones internas. O sea, listas de consenso, como se dice pour la galerie.
Pero el peronismo cristinista, que pesa fuerte dentro del Frente de Todos (FDT), básicamente porque la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, es “la dueña de los votos” que llevaron a Alberto Fernández a la Casa Rosada, quiere salir a darles batalla a los gobernadores e intendentes en todo el país —y en especial en la provincia de Buenos Aires— para ampliar su representación en el Congreso, en las legislaturas provinciales y en los concejos deliberantes. Los jóvenes quieren más poder.
De todas maneras, las diferencias trascienden las fronteras del oficialismo: también las hay en el principal espacio de la oposición, Juntos por el Cambio (JPC).
Los proyectos en danza sobre las PASO
El diputado tucumano Pablo Yedlin, del FDT, presentó un proyecto de ley para suspender las PASO en 2021 “en virtud de la pandemia de COVID-19 y el elevado costo de organizar dichos comicios”, según argumentó.
Esa iniciativa es la formalización de la postura de los gobernadores del PJ, que lograron que el 23 de enero pasado el presidente de la Nación habilitara el debate, ampliando el temario de extraordinarias para incluir el asunto, con un título tibio, “Emergencia Sanitaria y Calendario Electoral 2021″; como abriendo la discusión sobre la suspensión o la postergación, sin pronunciarse.
En JPC, a su vez, la diputada Carla Carrizo (UCR-CABA) presentó otro proyecto de ley, que propone acortar la duración del proceso electoral, trasladando las PASO de agosto a septiembre, y disminuir el tope de gastos destinados a las PASO del actual 50% al 25% del presupuesto total de campaña para los partidos que no presenten listas internas alternativas.
Si el oficialismo y la oposición quieren suspender o postergar las PASO, ¿por qué no se cambió la ley? Porque no todo el oficialismo y no toda la oposición piensa así.
En JPC, por ejemplo, el diputado Mario Negri (UCR-Córdoba), que preside ese interbloque opositor en la Cámara baja, sostuvo que “suspender las PASO es volver a la Argentina donde te robaban las urnas y volcaban los padrones, donde solo los partidos con grandes aparatos tenían fiscales”. Sin embargo, se declaró predispuesto a discutir “correr las fechas 20 o 30 días por criterios epidemiológicos”.
Pero en el mismo bando, el diputado Pablo Tonelli (PRO-CABA) presentó un proyecto de eliminación de las PASO. Y también el oficialismo propone la derogación, con un proyecto del senador misionero Maurice Closs.
De todas formas, en el FDT, al propio Máximo Kirchner y a La Cámpora se les atribuye el rechazo a toda chance de que no se realicen las PASO y proponer, incluso, la realización de las dos elecciones el mismo día, a lo que JPC se opone con firmeza por considerar que sería una suerte de regreso encubierto a la Ley de Lemas.
Fernández dio definiciones sin fijar postura
En ese contexto, en una entrevista que le concedió al canal de noticias de cable IP y al diario Página/12, el presidente Fernández dijo que “hay una razón epidemiológica que recomienda evitar la aglomeración de gente” y que, “con esa lógica, uno tiene que ver el sentido que tenga el que las PASO no se hagan”.
También dijo que “no hay una cuestión electoral ni una cuestión económica” entre los argumentos para suspender o postergar las primarias. “Vamos a estar en agosto, en pleno invierno, y no sé cómo vamos a estar. Entonces, ahí están los que dicen ‘suspendamos por única vez las PASO’ y los que dicen ‘posterguemos para más adelante las PASO’. Es un tema que hay que discutirlo con todos”, dijo.
Pese a las palabras de Fernández, lo cierto es que varios otros países del mundo se realizaron elecciones en plena pandemia: en Corea del Sur (en abril de 2020), Croacia (en julio de 2020), Italia (en septiembre de 2020), Estados Unidos (en noviembre de 2020), Portugal (en enero de 2021) y Ecuador (en febrero de 2021), entre muchos otros más.
Fernández eludió fijar su propia opinión sobre qué pasará con las primarias porque entiende que hay una discusión abierta que atraviesa los dos principales espacios políticos del país y porque, además, no puede tomar ninguna determinación por decreto al respecto: según el artículo 99 de la Constitución Nacional, el Poder Ejecutivo Nacional no puede legislar en materia electoral. De modo que toda iniciativa debe ser discutida en el Congreso.
Además, para sancionarla, se requiere la mayoría absoluta de cada cámara; es decir, la mitad más uno de sus integrantes, no de los presentes a la hora de votar: 129 de los 257 diputados y 37 de los 72 senadores. Una mayoría agravada.
Es definitiva, sin que medie un acuerdo político amplio sobre este asunto, hoy por hoy parece poco probable que las PASO se vayan a suspender o postergar, opción que podría tener más chances, si los líderes políticos por fin se sientan a negociar.
¿Cuánto cuestan las elecciones?
En el Presupuesto 2021, el Poder Ejecutivo asignó una partida de 17.171 millones de pesos destinados a la “Ejecución de Actos Electorales”, que dispone la Dirección Nacional Electoral (DINE), que a su vez depende del Ministerio del Interior de la Nación, para organizar tanto las PASO como las generales.
PUNTOS PRINCIPALES
• La sigla PASO significa que, además de ser (P)primarias (es decir, no para elegir directamente presidente, diputados y senadores sino para definir quiénes serán en octubre los candidatos a dichos cargos), las elecciones son (A)abiertas porque cualquier ciudadano puede votar en el frente electoral o partido político que quiera, sin necesidad de estar afiliado; son (S)simultáneas porque se realizan el mismo domingo en todo el país y son (O)obligatorias, porque todos los ciudadanos empadronados tienen el mismo deber de votar que en una elección general.
• Las PASO son elecciones nacionales que se realizan dos meses y medio antes de cada elección general: el segundo domingo de agosto y el cuarto domingo de octubre, respectivamente. Sirven para definir por el voto popular una candidatura presidencial cuando un frente electoral tiene dos o más aspirantes a esa postulación. Lo mismo cuando un espacio político tiene dos o más listas de postulantes a diputados y senadores nacionales: para que en octubre ese espacio tenga una sola lista. En las PASO los postulantes se llaman precandidatos. En octubre ya son candidatos.
• En 2015, Cambiemos presentó tres precandidatos presidenciales: Mauricio Macri (PRO), Ernesto Sanz (Unión Cívica Radical) y Elisa Carrió (CC-ARI). Ganó el primero, con el 81,33%, sobre el 11,10% del ex senador radical y el 7,57% de la ex diputada, y se convirtió en candidato de Cambiemos para la elección general de octubre. Ese mismo año también se libró una disputa interna en otro frente electoral, Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), entre los precandidatos presidenciales Sergio Massa y José Manuel de la Sota: por el 70% al 30% de los votos dentro de ese espacio, el actual presidente de la Cámara de Diputados se impuso al entonces gobernador de Córdoba.
• Cuando no hay pelea interna “real”, las PASO se realizan de igual manera, porque son obligatorias. De manera tal que para la opinión pública es un anticipo de la fortaleza electoral que podría lograr ese espacio en la elección general. Por ejemplo, en 2011, año de debut de este sistema de primarias, la fórmula Cristina Fernández de Kirchner-Amado Boudou, del Frente para la Victoria-PJ, no tuvo rivales internos y cosechó el 50,24% de los votos, que en octubre creció al 54,11%.
• En las categorías legislativas, por ejemplo, en 2011, en Tucumán, la UCR presentó 6 listas de precandidatos a diputado nacional a las PASO. La lista triunfadora, denominada Moisés Lebensohn, se impuso a las 5 restantes, con el 26,49% de los votos, y la nómina de candidatos para octubre se conformó por el sistema D’Hondt, de representación proporcional, el mismo que se usa para asignar las bancas en el Congreso. Pero en estos 10 años no hubo pelea interna “real”, como en este caso del radicalismo tucumano: es común, en todo el país, que en agosto se presente sólo una lista de precandidatos que quede automáticamente habilitada para competir en octubre, siempre que haya superado el 1,5% de los votos válidamente emitidos en ese distrito y para esa categoría (exigencia del artículo 45 de la ley de las PASO).
• Sin las PASO, los caminos institucionales tradicionales para definir las listas y las fórmulas presidenciales son los congresos partidarios, los acuerdos de cúpulas o la decisión de las élites partidarias. Las PASO surgieron como regla nacional, con el propósito de permitir la competencia interna cuando no hay posibilidad de resolver candidaturas por estas vías, y brindar la posibilidad a las minorías partidarias de dar pelea en una elección primaria, al amparo de una ley nacional.