Secco y Mussi pidieron el cierre de los colegios
Falta de camas en el Conurbano: los intendentes reclaman más medidas como volver a fase 1 y cerrar las escuelas
En promedio, el 80 % de las camas de los hospitales públicos están ocupadas. La situación es aún peor en las clínicas privadas. Los jefes comunales peronistas son los que más empujan para mayores restricciones.
El zoom fue a fines de la semana pasada. Estaban todos los intendentes del Conurbano con Axel Kicillof. La tensión dominaba el clima virtual de la charla. La urgencia: los hospitales públicos, tanto municipales como provinciales, están saturados o al borde de estarlo. En promedio, las municipalidades del Gran Buenos Aires tienen el 80 % de las camas de sector público de Salud ocupadas. Y en las clínicas privadas, están aún peor.
«Esto es explosivo, no como el año pasado que el crecimiento de contactos fue de manera progresiva pero paulatina. El famoso indicador R, que establece la velocidad del contagio, es preocupante. En España, la nociva segunda ola duró tres semanas y luego fue mermando. Acá ya vamos una semana o diez días», describe Juan Andreotti, el joven intendente de San Fernando cuyos hospitales tienen entre el 75 % y el 80 % de camas ocupadas.
En esa línea, el Ministro de Salud provincial, Daniel Gollán alertó que a este ritmo de contagios el sistema de salud no podrá dar respuesta y va camino a saturarse. «Estamos en un nivel de ocupación que supera al peor momento del año pasado», advirtió ayer. Y agregó que estamos cerca a que el sistema «pueda colapsar muy pronto”.
Mario Secco de Ensenada reclamó directamente cerrar las escuelas del Conurbano tras el aumento de casos.
En los sanatorios y empresas de medicina prepaga argumentan que muchas de las camas de terapia intensiva están ocupadas por operaciones programas que se habían postergado durante la primera ola de contagios. «Un buen porcentaje de las cirugías de varias patologías graves que nada tienen que ver con el Covid obligan a ocupar lugares en terapia intensiva», señalan.
¿Los intendentes del Gran Buenos Aires están pidiendo más medidas? En general, sobre todo los peronistas, sí. «Mi propuesta es volver a fase 1 con un gran acuerdo con los sectores sociales. En mi municipio estamos eximiendo del pago de las tasas comunales a las actividades perjudicadas como gimnasios, restoranes y salones de fiestas. Los que dicen que esto es una campaña de miedo son unos irresponsables», sostiene el jefe comunal peronista de Escobar, Ariel Sujarchuk.
Algunos inclusive apuntan a las escuelas. Los intendentes de Ensenada, Mario Secco, y Mussi de Berazategui, directamente pidieron el cierre de los colegios. «En general todos estamos convencidos de que contagian a pesar de los números de pocos infectados que muestra la Ciudad. El tema son los chicos y padres que se amontonan en la puerta de las escuelas y se quedan un largo rato charlando y jugando», señala un jefe comunal del Sur del GBA.
Los intendentes del Oeste que comparten un grupo de whatsapp acordaron que esta semana le propondrán al Gobernador Axel Kicillof que la asistencia presencial al ya problemático ciclo lectivo de este 2021 sea «optativo». Es decir, que se les permita a las familias de una manera oficial decidir si mandan o no a los chicos a clase. «De alguna manera, estaríamos fomentando que no los manden teniendo en cuenta el estallido de contagiados», admitió uno de los jefes comunales que suele ser el más activo en el chat.
Julio Zamora de Tigre es otro de los que sigue a cada minuto la situación del sistema de salud ya que también está complicado. «Estamos ampliando para sumar camas y armamos un sistema de preingresos para ir derivando cuando se vayan liberando lugares», explicó.
Qué opinan los alcaldes opositores: «Soy de la idea de no producir más restricciones para no afectar la estructura productiva y educativa. Mi opinión es que no habría que apurarse demasiado teniendo en cuenta el situación que vive la propia gente y comerciantes. Es decir, hay que esperar a que funcionen estas primeras restricciones«, opinó Gustavo Posse de San Isidro.
El intendente Néstor Grindetti de Lanús admitió que sus hospitales están saturados. Diego Valenzuela, Tres de Febrero, pidió defender el trabajo y no cerrar escuelas. En la foto también están Jorge Macri de Vicente López y Julio Garro de La Plata.
En Lanús, Nestor Grindetti se mostró preocupado por la falta de camas. «La situación por el coronavirus en el distrito es preocupante. Estamos al tope de la utilización de camas de terapia intensiva”, advirtió. Y agrego: “Hemos tenido que hacer derivaciones de enfermos a otros distritos. Lo que más me preocupa es la pendiente de crecimiento”. Y sorprendió al respaldar las restricciones adoptadas por el gobierno nacional y provincial mientras que su compañera y Presidenta del PRO, Patricia Bullrich, había llamado a resistir las medidas. “Buscan mantener un equilibrio entre medidas de cuidado que no compliquen la economía”, resaltó Grindetti.
Desde Morón, mientras festejaba su cumpleaños, el intendente Lucas Ghi señaló que no hay que descartar nuevas restricciones si esto sigue evolucionando para peor. «El viernes nos reunimos con los jefes comunales del Oeste porque entendemos que la región funciona como una unidad epidemiológica conjunta. Es probable que se tomen algunas otras medidas», adelantó.
Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, dijo: «Estamos en una realidad de saturación del sistema con el 80 % de camas ocupadas. Reabrimos un hospital modular para sumar más espacios. Pero más allá de eso hay que hacer todos los esfuerzos para defender la educación presencial y el trabajo. La desocupación y la pobreza han subido mucho».
El Lomas de Martín Insaurralde también señalaron que sus hospitales están colapsados. «Fuimos uno de los primeros que alertamos sobre esta situación. Hay que tomar todas las medidas que sean necesarias«, sostuvieron.
En Pilar, el jefe comunal, Federico Achaval, informó que «estamos en un 75 % de las camas UTI». Y recordó que «con respecto a las restricciones creemos que hay que seguir lo que propone el Gobierno Nacional y Provincial que son lo que están analizando la pandemia en términos globales y son los que deciden qué hacer en estas instancias».
Más allá del pedido de más restricciones, en casi todas las intendencias aceptan los límites que imponen sus propios vecinos y , sobre todo, los comerciantes. «Mientras que durante la primera ola las decisiones sobre el confinamiento estaban antes de la opinión de la gente, ahora hay que estudiar muy bien el humor social y sus resistencias antes de adoptar cualquier medida», concuerdan.