Carta Abierta a Cristina Fernández de Kirchner
Carta Abierta a Cristina Fernández de Kirchner
Vicepresidenta del Pueblo Argentino
Los trabajadores del Astillero Río Santiago y las organizaciones libres del Pueblo abajo firmantes nos dirigimos a Ud. para hacer pública la destrucción que causan las políticas liberales sobre nuestra fábrica, la cual esperábamos que los gobernantes por Ud. designados fueran a revertir pero al contrario, la profundizaron. Desde agosto de 2019 que Axel Kicillof sabe que sería Gobernador de Buenos Aires. Ya pasaron casi 2 años y el plan de reactivación no aparece.
Una fábrica que no produce y no factura se vuelve muy cara de mantener y por ende inviable. Durante la pandemia, mientras los astilleros privados continuaron su actividad avalados por el decreto presidencial de emergencia sanitaria (Contessi, SPI, Tandanor –aunque no es astillero sino taller de reparación y figura como patrimonio estatal, ejecuta a través de subcontrataciones privadas y nunca frenó su actividad-), el único que cerró sus puertas para nunca más abrir es el Astillero Río Santiago. Simulando ser benévola, la destrucción “nacional y popular” tiene varios colaboradores.
Ariel Basteiro, luego de recibir varias quejas, convocó a menos de 100 trabajadores a reparar camas para el PAMI, contenedores para mujeres golpeadas, hacer ollas para comedores populares, el mástil de la Casa de Gobierno provincial, la marquesina de una confitería, pintar cordones y cortar el pasto del sector de intendencia de la planta. No solo deprime la producción de uno de los mayores astilleros de la Patria Grande dotado de más de 3.000 trabajadores especializados, más de 800 máquinas herramientas y 20 grúas de gran porte, más de 400 mts de muelle de alistamiento y un dique seco de más de 10.000 toneladas, sino que le roba el trabajo a las herrerías de la región que habrían podido realizar esos trabajos pequeños. Además, se dedicó a vaciar el poco trabajo que le correspondía al ARS como fue la reparación de la Fragata Libertad, que resignó a SPI (a total beneficio económico de Tettamanti y en perjuicio del Estado), y la entrega de las LICA -Lanchas de Instrucción de Cadetes- a Tandanor (agosto, 2020).
Pero eso no fue todo. El 22/9/18 se cae una de las grúas del dique seco al río y durante 15 meses la administración de la Gobernadora Vidal, su Ministro de Producción y sus autoridades ARS, no comprometieron esfuerzo en sacarla, pero Kicillof, Costa y Basteiro tampoco. Ya van a ser 3 años que 35.000 kg de mecanismos hidráulicos, eléctricos y mecánicos yacen en el fondo del Río Santiago y cuanto más tiempo se pierde más difícil se hace su recuperación, mantenimiento, montaje y nueva puesta en marcha. Como si fuera poco, casi en la misma fecha pero 2 años después (16/09/2020) a Basteiro se le cae otra grúa del muelle que estaba en pie, pero esta vez arriba del taller de estructuras, destruyendo también el galpón. Finalmente, antes de irse a trabajar de retórico diplomático como embajador en Bolivia, presenta un informe redactado por el Gerente Gral. Gonzalo Ibendhal y el Gerente de Producción Omar Graziano, por el que contrata la firma de 2 ingenieros de la UTN, Eduardo Vázquez y Jorge Benito -que jamás pisaron la fábrica-, en el que decretan la obsolescencia e ineficiencia del Astillero Río Santiago justificando su futura privatización, allanando el camino para su sucesor.
Pedro Wasiejko, apenas asume la presidencia, anuncia que convertiría al ARS en una Sociedad Anónima, intentando instalar la idea de que para reactivar la empresa es necesario un cambio de personería jurídica. Torpeza que pasa por alto la historia de lucha política de sus trabajadores para conseguir contratos y continuar la producción a pesar de todas las trabas burocráticas. Con la actual personería jurídica -Ente Administrador-, que Wasiejko usa de excusa para mantener inoperativo al astillero, y en los peores momentos (los 90), con toda la clase política intentando privatizarlo, y convertido en Zona Franca, los trabajadores lograron venderle cinco cargueros Bulk Carriers a Wilhelm Finance de Alemania, un remolcador para el armador argentino Trans Ona, la reparación de media vida de la Fragata Libertad, la finalización y entrega de la corbeta Meko 140 a la Armada Argentina y los contratos más importantes de la historia del ARS: los dos producteros para PDVSA de Venezuela, el Eva Perón y el Juana Azurduy -sin necesidad de ningún cambio de personería jurídica-.
Obras que fueron posible contratar gracias a la alianza entre el Presidente Néstor Kirchner y el Comandante Hugo Chávez y que están paralizadas desde que en 2009 el entonces Presidente del ARS González Elicabe desviara U$S 23 millones del anticipo que había pagado Venezuela por el Eva Perón hacia la obra del Estadio Único de La Plata para jamás regresarlos. Este es el gran robo que daña institucionalmente al Astillero Río Santiago y tiene varios responsables de guante blanco: el Gobernador Scioli y el Ministro de Producción Ferré, entre otros. Durante todo el 2010 el Tribunal de Cuentas, a través de su relator Sergio Sánchez, reclamó estos gastos sin rendir (5 auditorías en un año) sin que las autoridades presenten balance que justifique tamaño desvío de fondos. La continuidad jurídica del Estado hace que esta herencia recaiga en Vidal-Tizado y luego en Kicillof-Costa que todavía no han dado señales de devolverle los fondos correspondientes al Astillero y restañar el daño que paraliza las obras para PDVSA pero lastima aún más el prestigio del ARS por incumplimiento de precio, plazo y calidad. El interés por cambiar la personería jurídica no persigue la reactivación sino evadir los controles financieros del Tribunal de Cuentas de la Provincia y tener libertad de maniobra para los negocios privados. Es el principio del fin. A esta altura, ¿alguien puede alegar inocencia, compañera?
Como trabajadores del Estado Empresario, nos corresponde custodiar la propiedad de todos los argentinos. La reactivación de las obras paralizadas no requiere más que voluntad de quienes detentan la conducción política de la fábrica. Es el deber de un gobierno peronista convocarnos a la misión que justifica nuestra existencia: la producción para la industria naval argentina. La Corriente ARS-22548 la saluda con la consideración más distinguida: Ángel Cadelli, Bárbara Solernou, Vicente Ignomirello, Nahuel Pérez, Daniel Saupurein, Julián Rodríguez, Felipe Baci, Laura Barrionuevo, Ayelén Salvi, Rodolfo Treber, Julián Sanabria, Elías Coronel, Sergio Muñoz, Gastón Aldana, Héctor Omar Milillo.