Los dueños del 20% de La Nación se niegan a revelar su identidad
Así surge de una resolución de la IGJ, a la que accedió El Destape. El expediente se inició por un reclamo de Esmeralda Mitre, heredera de la familia fundadora del actual multimedios a la que le impiden el acceso a la empresa. La sospecha del rol de Macri.
¿Quién es el dueño actual del 20% de las acciones del multimedio La Nación? La pregunta aún no tiene respuesta y genera muchas suspicacias por dos factores: el viraje editorial del diario y el canal LN+ hacia un alineamiento a pleno con Mauricio Macri y la constante negativa de la sociedad que posee las acciones de revelar quienes son sus dueños.
La sociedad en cuestión se llama KMB y fue creada por Bartolomé Luis Mitre en 1996. Desde allí controlaba el 20% del paquete accionario de La Nación, pero tras su fallecimiento a principios del 2020 sus apoderados aseguran que había vendido esas acciones y que ya no integraba el diario que fundó su antepasado homónimo. Desde finales del año pasado la Inspección General de Justicia (IGJ), el organismo que controla el funcionamiento de las sociedades y que comanda Ricardo Nissen, busca desentrañar si hay accionistas ocultos en el multimedio La Nación a partir de una denuncia de Esmeralda Mitre.
La hija de Bartolomé Luis descree de la versión de la venta de las acciones, quiere heredar su participación en el multimedios y realizó una denuncia judicial y otra ante la IGJ para poder acceder a los papeles de la empresa. Tanto la Justicia como la IGJ le dieron la razón y reclamaron los documentos a KMB. Pero sus apoderados, otrora personas de confianza de Bartolomé Luis Mitre, retacean la información. ¿Qué dicen? Que los actuales dueños del 20% de La Nación son dos fideicomisos radicados en Nueva York con las siglas BLM I y II (las de Bartolomé Luis Mitre) pero de los cuales no informan quién es el beneficiario final, es decir, el dueño real, ya que los fideicomisos no pueden ser accionistas sino que son depositarios de bienes de otros.
“Resulta evidente el afán de mantener a los verdaderos propietarios del capital accionario de KMB SA en la más absoluta clandestinidad”, concluyó Nissen, titular de la IGJ, en la resolución 65 de este año a la que accedió El Destape. El documento revela cómo se utilizó una sociedad en Islas Vírgenes Británicas (una guarida fiscal) y dos fideicomisos radicados en Nueva York (de los cuales no muestran sus beneficiarios finales) para ocultar quienes son los dueños de las acciones del 20% del multimedio La Nación.
Para Nissen es claro que esas acciones estuvieron siempre en manos de Bartolomé Luis Mitre hasta su fallecimiento y que éste utilizó distintas figuras jurídicas “para disimular su condición de verdaderos dueños”. Alega que si fuera de otra forma los actuales apoderados de la firma, Mariano Gagliardo y Fernando Carregal, podrían demostrarlo muy fácil, con la simple muestra del contrato de venta de las acciones.
La pregunta, sin embargo, se mantiene. ¿Por qué no quieren revelar quien es el dueño del 20% de las acciones de La Nación? Una opción es que sea la forma de mantener a los herederos de Bartolomé Luis Mitre fuera de la conducción del multimedio; otra que el verdadero dueño sea otro, y todas las sospechas recaen en Macri o en algún testaferro suyo. Las opciones no se anulan, puede ser una combinación de ambas. Por otra parte, según Esmeralda Mitre el ingreso de Macri a La Nación no es a través de esta vía sino que compró parte de la deuda que contrajo la familia Saguier para acceder a acciones del multimedio. El acceso a los papeles de KMB puede ayudar a dilucidarlo, pero se niegan a presentarlos.
La IGJ concluyó:
- Que KMB no aportó nada de la información que le pidieron en diciembre para aclarar quienes son sus accionistas
- Que KMB no presentó ningún papel ni documento para respaldar sus dichos de que las acciones están en manos de fideicomisos radicados en Nueva York
- “Lo que dicha sociedad – ni su representante – de modo alguno responden o explican es quien o quienes le habrían adquirido las acciones al Sr. Bartolomé Luis Mitre”.
- “Desde su constitución en el año 1996 hasta su fallecimiento acaecido en el año 2020, el Sr. Bartolomé Luis Mitre siempre fue director titular y presidente de la referida sociedad y compareció -por sí o en representación de la sociedad o de los fideicomisos extranjeros- a todas las asambleas celebradas por KMB SA a lo largo de más de 20 años”.
Esmeralda Mitre ya obtuvo un fallo judicial favorable que la habilita a acceder a la información de KMB. Lo resolvieron los camaristas Julia Villanueva y Eduardo Machín, en una causa judicial que inició contra la sociedad. La IGJ reclama la misma y más información a KMB, pero hasta ahora imposible.
Para la IGJ “el ocultamiento” de los verdaderos accionistas de La Nación constituye “una conducta ilícita” y que es “absolutamente inadmisible” que tanto la sociedad KMB como sus apoderados no den esa información.
Esmeralda afirma que en las declaraciones juradas de su padre ante la AFIP no sólo no consta el ingreso de dinero por la venta de las acciones de La Nación sino que asentaba las acciones que tenía en KMB hasta su muerte. Por ende, según ella, nunca las vendió y le corresponde heredarlas. Tampoco sería raro que su padre tuviera un contador creativo.
El 15 de diciembre de 2021, tal como publicó El Destape, la IGJ le dio a KMB un plazo de 72 horas para informar:
- la cantidad de acciones de esa sociedad que tenía Bartolomé Luis Mitre
- la fecha en que Mitre transfirió esas acciones y a quién, en caso de que esa información exista
- la nómina completa actual de los accionistas de KMB
- los integrantes del directorio y los síndicos de la sociedad
- si Mariano Gagliardo tuvo el cargo de síndico
- sobre los contratos de fideicomisos denominados BLM I NEW YORK TRUST y BLM II NEW YORK TRUST “que figurarían como accionistas de KMB SA”, fideicomisos que no fueron registrados en Argentina
- los estados contables de 2019, 2020 y 2021
- la documentación para subsanar todas las observaciones encontradas en los estados contables de 2010 a 2017
Desde KMB contestaron pero no aclararon nada. Fernando Carregal, apoderado de KMB, pidió que se desestime la denuncia de Esmeralda Mitre. Dijo que ella no es accionista por lo que no le corresponde saber nada de la sociedad y que el caso tampoco es de interés público, por lo que no tiene que intervenir la IGJ. Además reiteró su versión, según consta en el expediente de la IGJ, de que “el Sr. Bartolomé Mitre muchos años antes de su fallecimiento había dejado de ser accionista de KMB SA”. Dice que “ello surge de los registros de asistencia a las asambleas que acompañaron los balances presentados ante la Inspección General de Justicia entre los años 1998 y 2019”.
Lo que dice el apoderado de KMB es desmentido por la IGJ. En la resolución consta que el 8 de julio de 1997 la sociedad no hizo ninguna inscripción ante el organismo. La última, de esa fecha, es cuando aumentan el capital social a 24.934.000 pesos y suman a Bartolomé Mitre hijo al directorio. Desde ahí “hasta el día de la fecha la sociedad KMB SOCIEDAD ANONIMA no ha efectuado ninguna otra inscripción ante este Organismo” dice la resolución firmada por Nissen a la que accedió El Destape.
Por otro lado, la resolución de la IGJ detalla que KMB no presentó los balances de 2019 y 2020, que hay irregularidades en los que presentó de 2010 a 2017 y que “no surge registración alguna en este registro público respecto de los contratos de fideicomiso denominados ‘BLM I NEW YORK TRUST’ y ‘BLM II NEW YORK TRUST’”.
Otro punto clave es que “desde la fecha de su constitución hasta el día de le fecha la sociedad KMB SOCIEDAD ANÓNIMA tampoco a declarado quien o quienes son sus beneficiarios finales”. O sea, tanto la firma que tuvo el 20% de las acciones como los dos fideicomisos que supuestamente tienen esas acciones hoy dicen quién es su verdadero dueño. Cuando Mitre estaba vivo era obvio, pero ahora no.
En diciembre, ante el pedido de la IGJ, el ex apoderado de Mitre dijo que efectivamente tenía 12.474.380 acciones de KMB, que en 2003 le transfirió 1.256.104 acciones a la sociedad Star Venture Holdings radicada en Islas Vírgenes Británicas, que a finales de ese año Mitre y esa firma offshore firmaron un nuevo convenio por el cuál le transfirió 6.284.137 acciones de KMB que representaban el 25% de la firma, que Maria Elena del Rosario Mitre le transfirió todas sus acciones a su hermano Bartolomé Luis. También aseguró que los accionistas actuales de KMB son los 2 trusts en Nueva York y dijo que eso se informó en la asamblea de accionistas del 13 de agosto de 2010 pero que no tiene los contratos de cesión de las acciones porque pasó hace 18 años. Informó también “que la sociedad KMB SA extravió su libro de registro de accionistas N 1, motivo por le cuál el 26 de junio de 2009 se procedió a la rúbrica del libro de registros de acciones N 2”.
En definitiva, el apoderado de KMB no explicó como llegaron las acciones a 2 trusts radicados en Nueva York con las siglas de Bartolomé Mitre y reveló que -convenientemente- el libro de accionistas se perdió y tuvieron que hacer otro.
“Resulta palmaria la intención de la sociedad KMB Sociedad Anónima (…) de no revelar quien o quienes son los verdaderos titulares del capital accionario (…) limitándose en negarle tal carácter al Sr. Bartolomé Luis Mitre y a sus herederos, pero sin aportar la más mínima información sobre la transferencia de sus acciones a los supuestos nuevos accionistas” concluye Nissen. Y apunta a que para ocultar la información se escudan detrás de una sociedad offshore en Islas Vírgenes Británicas que tuvo una breve inscripción en Argentina y a dos fideicomisos en Nueva York que, casualmente, llevan las siglas de Bartolomé Luis Mitre.
Gagliardo y Carreal insisten en que los accionistas actuales de KMB son esos dos fideicomisos en Nueva York que llevan las siglas de Bartolomé Luis Mitre pero no aportaron un solo documento que lo convalide. Para la IGJ “resulta inadmisible” que no tengan los contratos con esos fideicomisos o el de compraventa de las acciones con la excusa de que pasaron más de 10 años. Como contra argumento señalan que sí presentaron el contrato con Star Venture Holdings que es varios años previo al de los fideicomisos.
La última resolución de la IGJ marca además que la sociedad Star Venture Holdings se inscribió en Argentina en mayo de 2003 (antes de firmar el supuesto acuerdo con Mitre) pero canceló esa inscripción en mayo de 2005. “Durante el período en el cual la sociedad ‘Star Venture Holdings INC estuvo inscripta ante la Inspección General de Justicia nunca declaro quien o quienes eran sus accionistas, ni que actividad realizaba esta sociedad constituida en las Islas Vírgenes Británicas fuera de la República Argentina, ni declaró quien o quienes eran sus beneficiarios finales”. Todo turbio.
Más turbio aún: la sociedad se inscribió a mediados de 2003, a finales de ese año recibió supuestamente acciones de KMB pero participó como accionista en asambleas de la sociedad entre 1999 y 2005. Si empezó a ser accionista en 2003, ¿como participaba desde 1999?. Pero eso no es todo: la IGJ detectó que Star Venture Holdings canceló su inscripción en 2005 pero siguió asistiendo como accionista a las asambleas de KMB hasta el 2008 “lo que -para el organismo- demuestra la falsedad en su declaración en el trámite de cancelación por inactividad”. Y todo esto con Bartolomé Luis Mitre vivo.