Una copa de vino por día podría reducir el riesgo en varias enfermedades
Consumir una copa de vino por día podría reducir el riesgo de sufrir varias enfermedades en mayores de 40 años
Así lo confirma un estudio realizado en los Estados Unidos publicado en la prestigiosa revista The Lancet, y generó polémica entre los científico
Un estudio realizado por el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos, sostiene que las personas mayores de 40 años podrían obtener beneficios en su salud si consumen una y dos copas de vino por día.
La investigación fue publicada este jueves en la revista científica The Lancet, con base endatos de hombres y mujeres de 15 a 95 años de 204 países, desde 1990 hasta el 2020.
La conclusión proviene de los autores del estudio Global Burden of Diseases , un proyecto continuo con sede en la Universidad de Washington en Seattle, que produce los datos más completos sobre las causas de enfermedad y muerte en el mundo.
Hace cuatro años, el estudio decía que incluso la bebida ocasional era dañina para la salud y sugería que los gobiernos deberían aconsejar a las personas que se abstuvieran por completo.
Pero después de un nuevo análisis importante de datos globales, los expertos detrás del estudio han llegado a nuevas conclusiones. Los jóvenes enfrentan mayores riesgos para la salud por el consumo de alcohol que los adultos mayores, dicen. Pero agregan que los adultos de 40 años o más sin problemas de salud subyacentes pueden beneficiarse del consumo limitado de alcohol, como una pequeña copa de vino tinto al día.
Se tuvieron en cuenta algunas enfermedades que son consideradas como las principales causas de muerte en el mundo: la tuberculosis, la hipertensión, la fibrilación auricular, la enfermedad hepática, la epilepsia, la pancreatitis y el cáncer. Según la profesora universitaria de Ciencias de la Métrica de la Salud, Emmanuela Gakidou, «cuando se observa el impacto acumulativo en la salud, particularmente entre los adultos mayores, una pequeña cantidad de alcohol en realidad es mejor que no beber«. Aunque resaltó: «Por todas las demás causas, es perjudicial en todos los niveles de consumo«.
«Las pautas sobre el alcohol, tanto las globales como las nacionales, por lo general han enfatizado la diferencia entre el nivel de consumo de los hombres en comparación con las mujeres», dijo la especialista. «Lo que sugiere nuestro trabajo es que las pautas globales, las pautas nacionales y las pautas locales serían más efectivas si enfatizan la edad en lugar del sexo«, determinó.
En cuanto a la cantidad, señaló como ejemplo beber entre uno y dos vasos de 100 mililitros de vino tinto. En tanto, según el trabajo, una bebida estándar se define como 10 gramos de alcohol puro, lo que equivale a un vaso pequeño de vino tinto (100 mililitros) con un 13% de alcohol por volumen; una cerveza (375 mililitros) con un 3,5% de alcohol por volumen, o una medida de whisky u otros licores (30 mililitros) que tienen un 40% de graduación alcohólica.
La justificación se encontraría en que el etanol que contiene el alcohol incrementa la producción de colesterol bueno, y tiene una actividad sobre el endotelio, lo cual puede resultar beneficioso frente a dolencias como las cardiovasculares o la diabetes.
Críticas a la investigación
A pesar de los beneficios anunciados por este estudio, otros especialistas aseguraron que ese «pequeño» consumo de alcohol «puede incrementar el riesgo de otras enfermedades, como el cáncer de mama o el colorrectal o los accidentes de tráfico», dijo Iñaki Galán, investigador del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III.
“Aunque hubiese una cantidad saludable de consumo de alcohol, tenemos el problema de que genera adicción y es cuestionable éticamente recomendar consumir una o dos bebidas”, opinó por su parte el jefe de servicio de enfermedades digestivas del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra Juan Turnes.
“Es difícil que esto no se incremente con el paso del tiempo”, aseveró. Según informó un estudio, realizado durante la pandemia, unas 1.340 millones de personas de más de 100 países, sobre todo hombres, consumieron cantidades perjudiciales de alcohol durante 2020.
Otros de los cuestionamientos es que, por ejemplo, no se examinaron los patrones de consumo de alcohol, motivo por el cual, no se distingue entre los individuos que beben de forma episódica y los que consumen la misma cantidad durante varios días. Además, criticaron, la ingesta fue autodeclarada, lo que “podría haber introducido un sesgo”.
En un artículo que acompaña al estudio, Robyn Burton y Nick Sheron, del King’s College de Londres, quienes no participaron en la investigación, indicaron que estos resultados “parecen contradecir” una estimación anterior del “Global Burden of Deseases”, en la que cualquier consumo de alcohol, independientemente de la cantidad, provoca pérdidas de salud en todas las poblaciones”.
Asimismo, según otra investigación publicada en la revista Plos Medicine y realizada por la Universidad de Óxford, señaló que el consumo de «siete o más unidades de alcohol por semana se asocia con mayores niveles de hierro en el cerebro«. Cuando hay acumulación, se lo relaciona con las enfermedades de Alzhéimer y Parkinson y “es un posible mecanismo de deterioro cognitivo relacionado con el alcohol”.