«Ningún empresario va a pedir la reforma laboral porque no la necesitan»
El secretario adjunto del Sindicato Único de Trabajadores de Peajes expresó su preocupación por la situación de los trabajadores y reclamó cambios urgentes. Además, aseguró en Modo Fontevecchia que » las cooperativas empezando a ocupar el lugar de la formalidad laboral”.
El reconocido dirigente gremial, Facundo Moyano, señaló que “el sindicalismo tendría que tener un plan de gobierno” y agregó que «muchos dirigentes del peronismo se sienten avergonzados y por eso se van». «Ningún empresario va a pedir la reforma laboral porque no la necesitan», sentenció
Vos dijiste que dejaste tu cargo por sentir vergüenza de que este gobierno sea considerado peronista. ¿Podrías ampliar esta afirmación?
Creo que muchos dirigentes del peronismo se sienten avergonzados y por eso se van. Vemos que hay ministerios que quedan libres y son ocupados por dirigentes poco conocidos, sin volumen político. Parece que es un gobierno del que todos se quieren alejar. Inclusive, hasta los que son parte quieren mantener una postura crítica frente al ajuste, y al “desbarajuste” de la gestión.
Por eso estaba tan enojado y fui crítico con muchos funcionarios del gobierno que tienen cargos y cajas importantes. Se quieren alejar del ajuste, pero no de las cajas.
¿Te referís a Andrés Larroque?
A La Cámpora, concretamente. No creo que haya referencias en el mundo de oposiciones que se financien con el propio gobierno al que critican. Si queremos criticar, corrámonos de los cargos. Hay un sector del Frente de Todos enamorado de la mística, que dicen querer construir un relato y defenderlo, pero no se condice con la realidad de sus actos.
Y después, escucho a muchos hablando de candidaturas para 2023, estando en el 2022 y con un 100% de inflación. Creo que es momento de hablar de gestión y de medidas del gobierno, no de candidaturas.
La gestión del ministro de Economía
Fuiste parte del Frente Renovador con Sergio Massa ¿Cuál es tu visión de lo que está haciendo en el Gobierno?
A Sergio Massa le tocó una tarea muy difícil: hacerse cargo del Gobierno. Si no se hubiese hecho cargo, la crisis que está viviendo la Argentina sería aún peor. Tomó un fierro caliente que no generó. No tenía otra salida tampoco, después de haber pasado por varios momentos y decir ciertas cosas, tenía que hacerlo.
Yo tomé mi decisión de irme porque creo que no se está debatiendo ningún proyecto. No sé cuál es el proyecto ni el modelo de país que quiere el peronismo.
La posición de los dirigentes sindicales
¿Cuál creés que debe ser el rol del sindicalismo en la Argentina en este momento?
Lo que viene haciendo hace muchos años el sindicalismo es ir perdiendo contra la inflación. Este 2022 va a ser el quinto año consecutivo de pérdida del poder adquisitivo. Lo que hace el sindicalismo, cuando negocia la paritaria, no es lograr un aumento de sueldo, sino tratar de empatarle a la inflación, cosa que no vienen logrando.
Tendría que ser normal que exista conflictividad gremial en un país con 100% de inflación. Ahí es donde yo critico a algunos dirigentes. En el 2018 estuvimos en contra de una reforma laboral y una pérdida de poder adquisitivo. Si seguimos hablando de la cuestión electoral, y los dirigentes que son parte del gobierno no se hacen cargo de este fracaso económico y político que han tenido, creo que estamos profundizando la crisis.
La pregunta sería si los sindicatos no tendrían que estar solicitando, como fue en Israel en los años ‘80, un plan antiinflacionario en el que haya un acuerdo social entre todos los sectores.
El sindicalismo tendría que tener un plan de gobierno o solicitar determinadas medidas contra la inflación. Ahora, el sindicalismo está tan desordenado como la política. El 17 de octubre, Máximo Kirchner le pasaba factura a Daer por la votación contra los Fondos Buitres, cuando hay un ministro de Economía y una jefa de la Cámara de Diputados que votaron a favor. Mientras, en el otro acto de la CGT, pedían cargos para ser parte de la “mesa chica”.
Los trabajadores están perdiendo contra la inflación, deteriorando su poder adquisitivo, y se está deteriorando la cultura del trabajo. Se está realizando una reforma laboral, con las cooperativas empezando a ocupar el lugar de la formalidad laboral. No pasa solo con los movimientos sociales. Se ve en distritos peronistas donde, por el costo laboral que tiene una empresa de recolección, la reemplazan por una cooperativa, y eso lo acepta el sindicato más combativo del país. No es una cuestión ideológica, es la realidad.
Las posibilidades de una reforma laboral
¿Creés que la reforma laboral la produce de hecho el mercado?
El mercado no, el Estado. No es una cuestión ideológica, es porque la cooperativa era más barata. Es una cuestión práctica, de costos. Ningún empresario va a pedir la reforma laboral porque no la necesitan. Hay una frase de Raúl Scalabrini Ortiz, que dice: “todo lo que no se legisla explícita y taxativamente a favor del que menos tiene, queda librado en contra del que menos tiene y a favor del que más tiene”.
¿Una reforma laboral sería progresista?
La discusión del sistema laboral tiene que ser para proteger al trabajador y darle derechos. No puede ser que surjan dirigentes sociales reclamando porque median en la relación entre el Estado y las cooperativas. La cooperativa no puede ser la nueva forma de trabajo, porque eso es precariedad laboral. Nos pasa a nosotros en nuestra actividad.
¿Planteás que haya una reforma laboral que reduzca los costos para que no haya cooperativas y sea todo trabajo regido por las mismas leyes laborales?
Creo que tiene que haber una discusión profunda acerca de un régimen laboral que contenga a todos los trabajadores. También tenés al trabajador no registrado, que está en una situación todavía peor que el de las cooperativas. Y está el problema del trabajador asistido por el Estado, que tiene un trabajo en negro, y no quiere registrarse porque pierde la asistencia estatal