Deuda comercial: El gobierno acumula problemas debajo de la alfombra

Los analistas encuentran fallas en la estrategia de acumulación de reservas y la dilatación de nueva deuda comercial. Advierten sobre el efecto colateral de una depresión económica abrupta y la caída de las importaciones.

Durante el mes de marzo, los pagos de importaciones siguieron moderados, lo que ya es una constante en lo que va del año y uno de los principales factores de la acumulación de reservas por parte del Banco Central (BCRA). Esta tendencia, influenciada por las restricciones en las importaciones, explicaría, en gran parte, el superávit de la cuenta corriente externa durante el primer trimestre del año.

Las limitaciones a las importaciones causan un efecto notable en la dinámica económica del país y eso se refleja en un menor flujo de pagos hacia el exterior por bienes importados. Este fenómeno derivó en la acumulación de reservas por parte del BCRA, en medio de la búsqueda de estabilizar la balanza de pagos.

En marzo, los pagos de importaciones de bienes a través del mercado de cambios totalizaron u$s2.594 millones, un 57% por debajo del mismo mes del año previo, sostienen desde el propio Banco Central. «Este valor se ubicó por debajo de las importaciones de bienes FOB del mes, las cuales resultaron en u$s4.112 millones, lo que indicaría un aumento en el endeudamiento comercial o una disminución de los activos externos«.

De esta manera, y tal como explica Alejandro Giacoia, economista de Econviews en diálogo con Ámbito, la deuda comercial por importaciones creció unos u$s1.700 millones en marzo y u$s7.500 millones en el total acumulado del primer trimestre. «De acuerdo con la última información del BCRA, el stock a fines de 2023 era de casi u$s46.000 millones, por lo que al cierre de marzo ya estaría en u$s53.500 millones», analiza el economista.

La estrategia del BCRA

En rigor, desde que asumió el nuevo Gobierno, el Central logró comprar en el mercado oficial de cambios un total de u$s14.653 millones. Este hito se alcanzó gracias a las restricciones del mercado cambiario y la recesión económica, esta última, desencadenada tras la devaluación del 54% del pasado 13 de diciembre.

Así, durante el período comprendido entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este año, las compras de dólares por parte del BCRA sumaron u$s8.512 millones y el incremento en la deuda comercial explicó el 90% de la acumulación de reservas durante el primer trimestre. A lo que se suma que, con el tema importaciones, las licitaciones del BOPREAL «no llegan ni al 25% de las divisas necesarias para cancelar la deuda», detalla Federico Vaccarezza, Magíster en Relaciones Comerciales Internacionales UNTREF.

El analista sostiene que la recesión impactó y generó una reducción de las importaciones, mientras que las restricciones cambiarias retrasaron los pagos en moneda extranjera y advierte que «el Gobierno espera que los efectos de la depresión económica abrupta aumenten el saldo comercial mediante la caída de las importaciones y el aumento de las exportaciones, pero esa estrategia tiene un altísimo costo político y económico».

En esa misma línea se expresa Sebastián Menescaldi, de EcoGo, quien agrega que «la mayor parte de las compras de divisas realizadas por el Banco Central en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) pueden atribuirse a una normativa que reguló el pago de importaciones a 30, 60, 90 y 120 días».

Tal como señala, esta normativa resultó en una supuesta acumulación de deuda comercial por un total de u$s7.610 millones durante el primer trimestre del año. Este fenómeno fue especialmente relevante en los primeros meses de 2024.

Sin embargo, a partir de marzo, «el resto de las compras de divisas se debe principalmente a un aumento en las exportaciones, junto con una disminución en las importaciones, resultado de una mayor recesión económica«, comparte Menescaldi.

Además, desde marzo, se observa que el 60% de las compras de importación son canceladas con el flujo del MULC. Es importante destacar que el valor de la deuda es mayor al teórico, «debido a que las empresas que tenían acceso a crédito optaron por posponer los pagos para aprovechar la brecha cambiaria, dado que el crawling estaba al 2% y la tasa por encima de este nivel«, desliza Menescaldi.

Dudas sobre el BOPREAL

Para Leo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), el tema de la deuda con importadores es «para seguir de cerca», pero hoy la estrategia del Gobierno está puesta en bajar la inflación y juntar reservas, así que cualquier análisis hay que hacerlo partiendo desde ahí.

Por lo tanto, para Anzalone, no es una prioridad de corto plazo y considera que está bien que así sea. De todas formas, explica que con la llegada del BOPREAL se intentó dar una salida a esas obligaciones, «que si bien no parece haber sido la mejor, lo cierto es que en diciembre se había pagado el 17% de ese monto, en enero el 24% y en febrero el 42%.

Agrega que, la idea parece ser ir hacia la normalización del comercio internacional. Anzalone sostiene que hoy ya no hay déficit comercial y la menor demanda de importaciones por el propio ciclo económico va a tender a normalizar la situación. «El punto ahora es ir balanceando el nivel de reservas con el nivel de actividad«, advierte. Es decir, el porcentaje de importaciones pagadas con relación a las devengadas empezó a subir y eso hace que se acumule menos deuda.

Es probable que el esquema de pagos de importaciones en cuatro cuotas a 30/60/90/120 días que dispuso el BCRA en diciembre haya tenido que ver con la acumulación de reservas, «pero también hay que decir que durante el Gobierno anterior se acumuló un stock enorme de deuda porque no se pagaban las importaciones y las reservas lejos de subir cayeron fuertemente«, concluye Giacoia.

Así las cosas, y pensando en el futuro, la cuestión sobre la acumulación de divisas para las reservas se centra en el atraso cambiario y los estímulos necesarios para persuadir al agro a liquidar, considerando que las restricciones cambiarias se desvanezcan gradualmente, tal como enfatiza el Gobierno.