El mensaje de Cristina Kirchner en el inicio del juicio por el atentado: “Más claro echale agua”
La expresidenta replicó un mensaje del ministro de Justicia bonaerense Juan Manuel Martín Mena, en el que hace un detallado análisis de la causa judicial por el ataque que sufrió en la puerta de su departamento en 2022
El Tribunal Federal Oral 6 inició hoy el juicio por el atentado que sufrió Cristina Kirchner en septiembre de 2022 en la puerta de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta, cuando Fernando Sabag Montiel apuntó con un arma contra su cabeza.
Hoy, la expresidenta publicó un mensaje en su cuenta de X para replicar un análisis del ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Juan Martín Mena. “Más claro echale agua”, escribió Cristina Kirchner como presentación de la publicación que hizo el funcionario de Axel Kicillof.
Mena publicó un extenso análisis en la misma red social un rato antes del inicio de las audiencias del juicio en el que además de Sabag Montiel está acusada Brenda Uliarte, su exnovia. Ambos están señalados como coautores de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego. La pena máxima por esa figura es de 15 años de prisión. El otro imputado es Nicolás Carrizo, el jefe de ambos y señalado como un partícipe secundario.
El ministro bonaerense destacó que hoy comienza el juicio “de los autores materiales” del ataque, habló de “silencio mediático y de la dirigencia política” y acusó a jueces y fiscales que participaron de la investigación de perpetrar “un liso y llano encubrimiento”.
Para explicarlo, Mena dejó 10 puntos. Entre otras cosas, afirmó que “el contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, ocultando información imprescindible y estando en poder de la jueza” y que “nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes (Revolución Federal, nueva Centro Derecha, entre otras)”. Esas organizaciones, según el ministro, “nacieron meses antes del atentado, recibieron financiamiento político, y desaparecieron al otro día del 1 de septiembre de 2022″.
El ministro también dijo que los integrantes de esos grupos “se paseaban y fotografiaban con Patricia Bullrich y asisten hoy al congreso invitados por diputados del oficialismo. Recibieron decenas de millones de pesos de la familia Caputo los meses previos al atentado”. Además, sostuvo que “15 días antes del atentado, en una reunión virtual habían explicado cómo hacerlo”.
Mena también escribió que “un testigo oyó decir a Gerardo Milman, mano derecha de Bullrich, dos días antes del atentado: ‘Cuando la maten voy a estar camino a la Costa’. Precisamente la pista del exnúmero 2 de Seguridad es uno de los puntos que piden ampliar en el juicio tanto la querella como la Fiscalía.
En su posteo en redes, Mena apuntó que “la justicia esperó todo lo que pudo, esperó que lo sepa Milman, y meses después le ordenó que entregue sus teléfonos. El contenido de los celulares de Milman y sus secretarias estaba completamente borrado. Es más, entregó un modelo de teléfono que salió a la venta tiempo después del atentado. A la jueza ni siquiera la ofende que le tomen el pelo”.
Otro de los puntos del ministro bonaerense apunta a que “en mayo de 2023, una de las secretarias de Milman declaró que ella, Milman y otra colega fueron citados en noviembre de 2022 en las oficinas de la Fundación de Patricia Bullrich donde un experto en informática borró durante más de 4 horas los teléfonos de todos”, y que “la jueza y el fiscal decidieron no investigarlo”.
“Estando preso, el atacante dijo por escrito que de su situación debía hacerse cargo Hernán Carrol (líder de Nueva Centro Derecha). La jueza otra vez se encargó de esperar hasta que Carrol lo sepa. Cuando le pidió su teléfono. También había sido completamente borrado los días previos. La jueza nunca lo investigó”, apuntó Mena, quien afirmó además que “Carrol compartió un viaje al exterior con el jefe de gabinete de Milman. Tras un año y medio de requerir que se investigue ni siquiera resultó relevante para la jueza saber si ese viaje existió.
“No se profundizó nunca sobre la vecina de CFK, Ximena Tezanos Pinto, quien los días previos deseaba que los kirchneristas que estén “presos, muertos o exiliados”, mientras hacía ingresar al edificio a los integrantes de revolución federal”, fue el último punto del análisis de Mena.
“Si ante la mirada de 47 millones de argentinos y argentinas ocurrió este atentado y no se avanzó ni un ápice, cabe preguntarse qué justicia le quedará a cualquier ciudadano, que todos los días merece tener a resguardo su derecho a vivir. La única certeza que la sociedad argentina tiene respecto a este hecho es que hasta aquí un sector del poder judicial y del poder político no esclareció el intento de asesinato a las dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y lo que resulta aún más desesperanzador es que casi nadie cree que exista la vocación, la responsabilidad, el compromiso, y la ética necesaria para llegar a la verdad. Así empieza este juicio”, cerró el ministro la publicación que replicó Cristina Kirchner en sus redes.
El atentado ocurrió la noche del 1° de septiembre de 2022. Cristina Kirchner llegaba a su casa, en la esquina de Montevideo y Juncal en el barrio porteño de Recoleta. Allí la esperaba un nutrido grupo de militantes para saludarla, como ocurría en aquellos días desde que el fiscal Diego Luciani pidió su condena a 12 años de prisión por asociación ilícita y defraudación al Estado en la causa Vialidad. Sabag Montiel también estaba allí. Se acercó y le apuntó en la cara con una Bersa calibre 32, que gatilló al menos una vez. La bala no salió porque no estaba cargada en la recámara. Terminó atrapado por militantes, sin que la custodia de Cristina Kirchner ni ella misma se dieran cuenta de lo que había pasado.
El 29 de mayo del 2023, el fiscal Carlos Rívolo sostuvo ante la jueza María Eugenia Capuchetti que “la prueba reunida durante la instrucción ha permitido comprobar que la conducta que se intentó llevar a cabo fue premeditada, es decir, que los imputados habían ideado un plan para llevar a cabo el asesinato de la Vicepresidenta de la Nación”. Y uno de esos planes fue infiltrarse en movilizaciones kirchneristas. Así lo había pensado su novia. “Es cuestión de organización y hacer como un caballo de Troya”, dijo.