Macri utilizó el acto por el Día de la Bandera para atacar a los Moyano
En lugar de hablar de la insignia patria el presidente se centró en el costo del transporte y califico de mafiosos a los sindicalistas, pero nada dijo de las exhorbitantes ganancias que obtienen él y sus amigos por el costo de la Energía.
Rara vez el presidente Mauricio Macri atiende las cuestiones que lo convocan, como hoy el Día de la Bandera, y utiliza sus apariciones públicas para atacar a sus adversarios. La campaña por las próximas elecciones está en pleno desarrollo y el mandatario aprovechó una ceremonia patria para enviar un mensaje a los mercados que tanto necesita para calmar el dólar y el riesgo país, antes que llegue octubre.
Hoy, 20 de Junio, Día de la Bandera, el presidente no solo no participó del acto oficial en el monumento de Rosario, sino que fue a la ciudad santafesina para encabezar una celebración paralela junto a cientos de pibes que fueron a escuchar al Jefe de Estado referirse a nuestra historia y al creador de la Insignia Patria Manuel Belgrano, pero Macri prefirió ocupar la mayor parte del tiempo para atacar a los sindicalistas del transporte, Hugo y Pablo Moyano.
Durante su discurso en el Club Ciclón, Macri cuestionó con dureza lo que él denomina «la patota del transporte» que impide que «generemos empleo» porque tienen «el costo del transporte más grande de la región». Sostuvo además que esa situación «es producto de privilegios acumulados en forma ilegal por el señor Hugo Moyano y Pablo Moyano», dijo Macri.
Llama la atención que el presidente-empresario haga referencia al «costo del transporte» justo cuando la la Federación de Transportistas insiste con modificaciones en las condiciones laborales, que provocaron la reacción del gremio de los Camioneros.
Macri se queja del costo del transporte por los altos salarios de los trabajadores de ese gremio pero se hace el distraído con las descomunales ganancias que tiene él mismo y sus empresarios amigos por el costo de la energía, brutal e injustificadamente incrementado por los tarifazos que promovió su gobierno
Hace apenas una semana el sindicato que lideran Hugo y Pablo Moyano denunciaron que la patronal quiere reformular las tareas de los choferes, reducir el valor de las horas extras que se pagan en jornadas mixtas, entender la distancia que considera que un viaje es «larga distancia», modificar recargos que se pagan por zonas de residencia determinadas, reducir adicionales por antigüedad, reducir dotaciones en la actividad petrolera y transporte de aguas y bebidas, la creación de un banco de horas que afecta a los trabajadores, eliminar el pago del adicional de comida en jornadas menores a 5 horas y el establecimiento de un sistema de suspensión de personal en los términos del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo. Todas medidas orientadas a flexibilizar a los trabajadores para que trabajen mas y ganen menos.
En ese sentido, el presidente pidió a «todos aquellos que sufren comportamientos mafiosos como los de camioneros» que «denuncien, que vayan a la Justicia», y les dijo que lo hagan confiados en que «tienen un Presidente y un Gobierno comprometido» a «dar batalla a esas mafias».
Además agregó: «No queremos más ocultamientos, mentiras o ejercicio patotero y prepotente del poder. No queremos volver a situaciones donde aquellos que conducen abusan del poder en beneficio propio. No queremos convivir más ni con la mentira ni con el ocultamiento, ni con la corrupción ni con las mafias, que todo lo que toca lo destruye”.
Lo curioso en este caso en particular es que el verdadero costo que arrasa con el comercio, las pymes y el consumo, no es el costo del transporte sino las descomunales tarifas que pagamos por la luz y el gas. En todos los casos, los beneficiados por los tarifazos que promovió el gobierno ajustador de Cambiemos son el propio presidente y sus familiares y amigos, todos dueños de las empresas que generan, transportan y distribuyen la Energía en Argentina. Las exhorbitantes tarifas que se pagan -dolarizadas- fueron puestas en vigencia con la promesa de utilizar esos recursos para invertir en el sistema, algo que no se hizo en los niveles necesarios y que provocó el pasado domingo un mega apagón histórico que dejó a todo el país a oscuras.
Ciertamente, el presidente no solo peca por su vergonzosa actitud atacando a los trabajadores del transporte, sino que profana una fecha patria donde debió asistir al monumento a la Bandera a presentar sus respetos por la insignia patria. Algo que no hizo obviamente por miedo a escraches e insultos.
Cabe destacar la cara de los pibes que asistieron al acto, miraban al presidente y no entendían de qué hablaba. Lógico, fueron a escuchar una lección magistral de historia y patriotismo. El problema era el orador.
Querido Rey, sus intereses están a salvo… por ahora.