Alberto Fernández dejó una frase polémica
«No tiene sentido tener petróleo si para sacarlo tienen que venir multinacionales a llevárselo», dijo Alberto Fernández justo antes de partir de España hacia Portugal, donde hoy fue recibido por el primer ministro António Costa.
El candidato presidencial por el Frente de Todos pronunció esa frase luego de señalar que «en el mundo hoy en día se debate el desarrollo de la inteligencia: las sociedades más ricas no son las que tienen petróleo si no las que tienen la tecnología para extraer ese petróleo».
Aun así, aclaró que no tiene «ningún problema con las multinacionales», pero agregó que «la realidad es que mi mayor problema es ver cómo genero riqueza para Argentina y en Argentina y la mayor riqueza, porque sobra materia prima, que podemos generar, es la inteligencia argentina».
«Para mí el desarrollo de la inteligencia es un tema central porque eso nos hará ricos», indicó Fernández.
A pesar de esa aclaración y de haber remarcado luego que sus dichos apuntaban a cómo la gestión del presidente Mauricio Macri recortó el financiamiento al área de ciencia y tecnología, la frase generó una nueva polémica en torno al candidato, sobre todo en relación a qué podría ocurrir en un eventual gobierno suyo en torno al yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén
El director de YPF y ex secretario de Energía Emilio Apud, fue uno de los primeros en salir al cruce del dirigente peronista al calificar sus dichos como «un disparate y una irresponsabilidad».
«El sector energético es el único que en mediano y largo plazo puede abastecer al país de los dólares que faltan», agregó Apud en declaraciones a Radio Mitre.
También Juan José Aranguren, ex ministro de Energía, criticó a Fernández al asegurar que es «mentira» lo dicho por él y sostuvo que «cuando las petroleras venden, lo que pueden llevarse afuera son los dividendos de ese negocio».
«Es un discurso que atrasa y que me hace acordar mucho a Venezuela», disparó el ex presidente de Shell Argentina.
La visita del ex jefe de Gabinete a Portugal, acompañado por Felipe Solá, fue el cierre de su breve gira europea, que en sus anteriores tres días de actividades incluyó reuniones con el jefe del Gobierno de España, Pedro Sánchez, una exposición en una universidad madrileña y hasta una guitarreada con el músico uruguayo Jorge Drexler.