ARBA: los trabajadores ya no podrán hacer críticas
Para aleccionar a sus empleados y ponerlos en “caja” por si a alguno se le ocurre actuar contra los “valores” institucionales, ARBA lanzó un Código de Ética que detalla cómo debe ser el comportamiento de un buen empleado público. Primero, no hablar mal de ARBA. Segundo, no deberle un centavo en impuestos. El incumplimiento significa una sanción.
Parece increíble, pero es real. El código del organismo que conduce Gastón Fossati pone en tela de juicio la moral del trabajador. Es que basta leer sus cuarenta y cinco artículos escritos sobre veintitrés páginas para entender que se atenta contra la libertad de expresión y se condiciona el bolsillo del laburante, entre otros puntos sobresalientes.
El libro arranca diciendo: “El presente código establece las pautas de comportamiento ético que deben orientar el desempeño del personal que presta servicios en la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires”.
Y cita que, entre sus objetivos, busca “promover la honestidad, integridad, probidad y transparencia, prevenir conductas disvaliosas para la organización, el estado en su conjunto y la sociedad civil, fortalecer la confianza de la ciudadanía hacia el organismo, fortalecer los parámetros de excelencia en la gestión”.