¿Cómo deja Mauricio Macri la Argentina tras 4 años de mandato?
Un estudio de la Universidad de Avellaneda afirma que más de 50 variables económicas y sociales sufrieron un marcado deterioro durante el mandato de Macri.
El Gobierno de Mauricio Macri llegará a su fin este martes, cuando el presidenteelecto de Argentina, Alberto Fernández, asuma el poder de un país que en los últimos cuatro años ha sufrido graves detrimentos económicos y sociales.
“Termina con más pobreza, desocupación y desigualdad. No hay una crisis acotada a una zona del país, a un sector o una industria; hay una catástrofe social. Se quebró toda la estructura social», dijo el ministro de Desarrollo Social designado por Fernández, Daniel Arroyo.
Además, indicó que los más pobres tienen problemas de hambre, mientras que existen 300.000 personas que se quedaron sin trabajo formal y los que sí tienen «las paritarias le quedaron por debajo de la inflación”.
Economía
Un estudio publicado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, en julio pasado, reveló que más de 50 variables económicas y sociales sufrieron un marcado deterioro durante el mandato macrista.
“Con el cambio de gestión de Gobierno, se modificaron los objetivos y las herramientas de política económica. De un modelo mercado-internista, basado en el consumo y la producción local, con fuerte regulación a los movimientos de capital y del comercio exterior se pasó a otro modelo económico cuyas principales medidas tendieron a desregular los mercados”, detalla la investigación.
En medio de la crisis económica, el Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió «rescatar» la deuda argentina con un “plan de ayuda” valorado en 57.000 millones de dólares. El préstamo fue concedido a cambio de un severo programa de recortes financieros que terminó por generar grandes desigualdades.
Por ejemplo, en el informe antes mencionado, se detalla que la inflación interanual aumentó significativamente respecto a la tasa heredada en 2015, pasando de el 26.9 por ciento al 55.8, para el tercer lugar mundial en puntaje inflacionario y el séptimo de las naciones con mayor caída económica en 2019.
Asimismo, el consumo privado en términos reales en el primer trimestre de 2019 disminuyó 1.28 por ciento en relación al primer trimestre de 2015 y la inversión cayó 12.37 por ciento en el mismo lapso. Igualmente, en el apartado del comercio exterior, el saldo promedio mensual pasó de ser positivo en 199 millones de dólares, durante los 42 meses previos a diciembre de 2015, a ser negativo en 155 millones.
Las ventas de las pequeñas y medianas empresas se derrumbaron un 22.6 por ciento y las empresas existentes se redujeron un 4.1 por ciento, el salario mínimo cayó un 29.5 por ciento en términos reales, la jubilación mínima en 15 puntos y la capacidad de compra de medicamentos retrocedió un 34.5 por ciento.
El informe destaca un incremento del 35.9 por ciento de la deuda pública bruta y de un 64.8 en la deuda externa; el riesgo país se incrementó un 60.8 por ciento y las irregularidades en el crédito subieron en 2.8 puntos, respecto al período anterior a su mandato. Todo ello con una aceleración de la fuga de capitales promedio anual de un 184.7 por ciento.
Un punto aparte merece el desplome del valor del cambio dólar/peso, pues la compra de la divisa americana pasó de requerir 15 pesos argentinos a cerca de 60.
Sociedad
El reporte del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda muestra que se produjo una pérdida del empleo privado agregado del 1.42 por ciento desde diciembre de 2015 a abril de 2019 y el desempleo aumentó tres puntos porcentuales, de 7.1 a 10.1.
Solo en 2018, 190.000 trabajadores se quedaron sin trabajo, para sumar 1.7 millones de desempleados en el último cuatrimestre del año pasado, la cifra más alta desde 2005. Actualmente, Argentina tiene casi 16 millones de personas en situación de pobreza de las cuales 3,6 millones son indigentes.
De acuerdo con el informe anual sobre el estado de los derechos humanos en Argentina y la región, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), «la desigualdad en la distribución del ingreso es la mayor del trienio 2016-2019: el 10 por ciento de quienes tienen mayores ingresos gana 21 veces más que el 10 por ciento que menos recursos recibe».
Un documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reveló que en la gestión de Macri, el número de personas con inseguridad alimentaria grave aumentó a 5 millones; mientras que entre 2016 y 2018, duplicó la cifra existente y podría aumentar luego que se analicen los datos de 2019.
Por otra parte, la obra pública del Gobierno saliente se concentró en 700 kilómetros de caminos, pues no construyó escuelas, hospitales, ni casi infraestructura. Bajó más del 30 por ciento del presupuesto para educación, que pasó del 6.9 por ciento del PIB a el 5.7; suspendió programas universitarios y otras políticas públicas.
Como parte de los recortes, disminuyó la cifra de ministerios a la mitad, eliminando carteras como Cultura; Ambiente; Trabajo; Ciencia y Tecnología; y Salud. En este sector desfinanció y subejecutó programas al tiempo que desabasteció hospitales, en vistas de desmantelar la salud pública y privatizarla.
Desde el 2015, los fondos destinados al Programa de Protección de Víctimas de Violencia han disminuido en un 31.1 por ciento respecto a la inflación; mientras que, en el de Desarrollo de la Salud Sexual y Procreación Responsable, ocurrió lo mismo en un 25.2 por ciento.
El presupuesto destinado al Instituto Nacional de las Mujeres resulta ínfimo y “deja en evidencia que los derechos humanos de las mujeres nunca fueron prioridad” en la actual Administración, refirió la presidenta del Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven”, Raquel Vivanco.
“El Gobierno de Mauricio Macri deja la escalofriante cifra de, al menos, 1.213 femicidios en lo que va de su gestión, lo que refleja la falta de voluntad política que tuvo durante estos años para erradicar la violencia machista en la Argentina”, aseveró Vivanco.
Por su parte, el entonces candidato del Frente de Todos, dijo en su momento que “el año pasado hubo 3.262 personas asesinadas, no creo que sus familias se hayan sentido protegidas”, al expresar su preocupación ante el aumento consumo de drogas y marihuana en los últimos años.