Comunicado de la UCR sobre la apertura de sesiones ordinarias

}Desde la Unión Cívica Radical de Berisso queremos manifestar nuestra preocupación ante el
discurso del intendente Fabián Cagliardi, en el marco de la Apertura de Sesiones Ordinarias del
Honorable Concejo Deliberante.

En lugar de utilizar ese espacio para compartir la visión del ejecutivo municipal de cara al futuro de nuestra ciudad, Cagliardi dio un discurso completamente desconectado de la realidad que atraviesan los vecinos de Berisso.

El intendente hizo alarde de sus logros en materia de seguridad: es suficiente con hacerse
presente en algún Foro de Seguridad o reunión vecinal para darse cuenta de que el intendente
desconoce el calvario que sufren los vecinos, o miente. La ciudad de Berisso está en crisis: la
delincuencia en los barrios no para de aumentar mientras el intendente mira para otro lado.

Las calles se encuentran destrozadas, llenas de pozos y baches, y en simultáneo el intendente festeja
la finalización de la Avenida 60 como si la obra no hubiera demorado el triple del tiempo estipulado, ni
hubiera estado plagada de irregularidades. Berisso está sucia, repleta de basurales y focos
infecciosos por todos lados. Los vecinos de Los Talas siguen esperando, tal como prometió en su
campaña del 2019, “llevar el agua a Los Talas en seis meses”.

No realizó ni una mención a los empleados municipales, quienes fueron víctimas de múltiples destratos durante toda su gestión, y son imprescindibles para el funcionamiento de nuestra ciudad.
Es llamativo que el intendente haya realizado duras críticas al presidente Javier Milei y no le
haya dedicado ni una palabra al fracaso del gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y
Sergio Massa. Lejos de eso, Cagliardi se apresuró a promover como presidente a Axel Kicillof, quien
aumentó los impuestos un 288% el diciembre pasado y es el máximo responsable del pésimo
funcionamiento de IOMA.


Señor intendente, la sociedad espera respuestas y gestiones urgentes a los problemas de
la ciudad. En el inicio de su segundo mandato, tiene la oportunidad de corregir el rumbo y dejar de
mirar para otro lado.


El pueblo berissense se lo demanda