Cristina podría mantener el quórum en el Senado
La victoria del Frente de Todos en la elección de Tucumán le permitiría a Cristina Kirchner sostener una mayoría en el Senado con sus aliados de Río Negro y Misiones, de repetirse en noviembre los resultados registrados este domingo.La lista del diputado Pablo Yedlin, leal al gobernador Juan Manzur, se imponía esta noche a la de Juan Ruiz Olivares, patrocinado por el vice Osvaldo Jaldo. Pero sumados aventajaban por 15 puntos a las tres que compitieron en la primaria de Cambiemos y, de replicarse estos números, el Frente de Todos sostendría las dos bancas que puso en juego.
No ocurrió lo mismo en La Pampa, donde los candidatos de Cambiemos acumularon 10 puntos más que el Frente de Todos, que fue con lista única producto por un acuerdo entre el gobernador Sergio Ziliotto y Cristina Kirchner, quien ubicó a la segunda de la lista a María Luz Alonso. Para que sea senadora debería revertir esos números en noviembre.
El Frente de Todos tiene 41 senadores propios, cuatro más que el quórum propio, y la ayuda habitual de la misionera Magdalena Solari Quintana y el rionegrino Alberto Weretinleck.
El Frente de Todos tiene 41 senadores propios, cuatro más que el quórum propio, y la ayuda habitual de la misionera Magdalena Solari Quintana y el rionegrino Alberto Weretinleck. Con los números de las primarias se quedaría con 35 y los necesitaría para abrir el recinto.
Este domingo el oficialismo tuvo derrotas contundentes en Corrientes y Santa Fe, lo que le restaría una banca por cada una de ellas. Carlos Linares quedó segundo en Chubut, detrás del acumulado de Cambiemos, lo que en le quitaría otros dos senadores al Frente de Todos. Estos dos años tuvo las 3, por la unión de los dos peronistas y Alfredo Luenzo, que había asumido con el padrinazgo del fallecido Mario Das Neves.
El oficialismo quedó tercero en Córdoba y se quedaría sin su banca Carlos Caserio. Lo sustituirá, casi con seguridad, Alejandra Vigo, la esposa del gobernador Juan Schiaretti, quien de no ser por la victoria de Tucumán se convertiría en árbitro del Senado.
Así las cosas, con estos números Cristina tendría 35 propios y con Solari Quintana y Weretilneck alcanzaría el quórum. El poder de esta dupla será superlativo, porque sólo con sus votos al oficialismo le sería posible nombrar jueces y embajadores, atribuciones exclusivas de la Cámara alta.
Incluso, de revertir el resultado en La Pampa, como esperan en la Rosada, al menos un aliado será necesario para votar. Y ambos gobiernos provinciales tienen reclamos para hacerse valer: Misiones pide una zona franca y Río Negro la provincialización de las represas hidroeléctricas.
Tienen dos años para negociar y los votos en el Congreso para hacerse valer, aunque también aumentará la presión de Cambiemos por su afinidad oficial.
Mejorar la performance en el resto de las elecciones a senadores no parece sencillo. En Corrientes, Cristina cedió y aceptó a Carlos Espínola al frente de la lista, pero no tuvo demasiado resultado: perdió 58 a 34. En Santa Fe, la nómina de Omar Perotti y la de Agustín Rossi, sumadas, quedaron 10 abajo de Cambiemos, muy difícil de remontar.
Las elecciones para el Senado se completaron con otros dos resultados predecibles: victoria de Cambiemos en Mendoza y del oficialismo en Catamarca. En ambas provincias cada fuerza sostiene lo que puso en juego.
Una curiosidad es que dos tragedias le permiten a la vicepresidenta contar con dos bancas que bien podría no tener sin que hubieran ocurrido: la muerte de Carlos Menem, que le permitió contar con el voto fijo de su sucesor Ricardo Guerra; y la del socialista Miguel Lifschitz, quien apuntaba a dar pelea en Santa Fe y amenazar la banca de minoría que, con seguridad, tendrá el Frente de Todos en noviembre