Desilusionados con Bolsonaro
Desilusionado con Bolsonaro, el mercado reduce la previsión de crecimiento de Brasil al 1,49%Las proyecciones pasaron de un fuerte repunte del 3% a esta tímida alza que va en línea con el estancamiento de los últimos años.
La euforia por el triunfo de Bolsonaro terminó de disiparse y la desilusión en el mercado ya es un hecho. De acuerdo al boletín Focus que realiza el Banco Central del país vecino -el equivalente al REM argentino- la actividad económica brasilera se mantendrá en línea con el estancamiento de los últimos años de la gestión Temer.
Luego de prever un alza del PBI del 3% que se justificaba a raíz del fuerte optimismo que despertaba el ex militar, el mercado ahora estima un incremento de apenas el 1,49% para el 2019.
Se trata de la décima semana consecutiva en la que se empeoran las proyecciones, en medio de una desconfianza generalizada hacia el nuevo Gobierno, que no logra impulsar las reformas prometidas.
Mientras que el panorama de la reforma previsional se mantiene incierto, la última anulación de los aumentos de precios de Petrobras fue un verdadero shock para aquellos que esperaban una política económica netamente liberal.
Es que durante la campaña no sólo se hablaba de no intervenir en Petrobras -para diferenciarse de la política energética de Dilma Rousseff, sino que se comprometieron a privatizarla en gran parte.
De confirmarse las previsiones del Focus, representaría un duro golpe para Brasil que todavía se encuentra lejos de recuperarse de la recesión de 2015 y 2016, cuando acumuló una caída del PBI en torno al 7%, con la crisis del Lavajato de por medio.
También significaría una muy mala noticia para Argentina, que confiaba que una recuperación brasileña ayude a traer cierto alivio a la crisis económica actual. Sucede que, según las estimaciones del ministro de Producción y Trabajo Dante Sica, por cada punto de avance del país vecino, la economía local crece un 0,25%.
A su vez, al tratarse del principal socio comercial argentino, el pobre dinamismo brasileño golpearía fuertemente a las exportaciones del sector fabril nacional, que ya están siendo afectadas por la aplicación de las retenciones. Por ejemplo, en marzo las ventas externas de las manufacturas de origen industrial (MOI) cayeron un 6,5%, mientras que las exportaciones a Brasil se contrajeron un 12,8%.