El Gran Hermano porteño ya controla los rostros
Hoy arranca el programa de Reconocimiento Facial de Prófugos, que tendrá 300 cámaras rotativas, de las 7000 que tiene el Sistema Integral de Video Vigilancia de la Ciudad, para rastrear en tiempo real a aquellas personas con requerimientos de la justicia. La implementación del sistema por parte del gobierno porteño, que recorre la delgada frontera entre seguridad y privacidad, va en línea con la colonización mundial de los espacios públicos de la mano de la vigilancia masiva y el estado de sospecha permanente, como respuestas a las demandas de mayor seguridad en las grandes urbes. Ayer, durante la presentación del sistema, el vicejefe de Gobierno a cargo del Ministro de Justicia y Seguridad, Diego Santilli, aseguró que «se garantiza la privacidad de todos nosotros porque el sistema trabaja solo con la base de datos, que es pública, de las 40.000 personas buscadas».
El sistema, de desarrollo nacional, cuenta con un motor de búsqueda ruso que correrá sobre la base de datos proporcionada por el Sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (Conarc). Una base pública dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que se actualiza todos los días a las 7, en la que vuelcan los pedidos de captura y de personas buscadas (mayores de edad), las distintas jurisdicciones judiciales del país (Justicia Federal, Nacional, provinciales y de la Ciudad). Con ese fin, se firmó un convenio de Cooperación Técnica entre el Registro Nacional de las Personas (Renaper) y el Ministerio de Justicia y Seguridad para que se faciliten las imágenes de las personas buscadas.
El sistema, cuyo costo fue de 2.300.000 pesos, por un plazo de diecisiete meses, cuenta, por el momento y por cuestiones presupuestarias, con 300 licencias que habilitan esa cantidad máxima de cámaras activas rotativas de alta definición (4K) dentro del sistema de vigilancia de subtes y en superficie. Según estimaciones oficiales, de las más de 40 mil personas buscadas, el 67 por ciento corresponde a personas que pueden estar circulando por la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
El sistema hace comparaciones en tiempo real, pero también en la línea de tiempo de las imágenes que se guardan, que son sólo aquellas que matchean positivamente. Aquellas que no lo hacen, se destruyen. Cuando el sistema encuentra una coincidencia dispara un alerta, que le llegará al personal policial más cercano a la cámara que generó la identificación.
Como complemento del sistema se desarrolló una aplicación que hará llegar el alerta positivo a los teléfonos institucionales de los uniformados lindantes a la cámara, que incluirá nombre, apellido, tipología de la causa, imagen y un mapa específico que indica cuál es la cámara que emitió la alarma.
De acuerdo a la información oficial, el sistema, con el que se realizaron pruebas con rostros cubiertos con capuchas, con anteojos, con cambios de peinado o de barba, tiene un nivel de efectividad del 92 por ciento. Según explicó en la presentación el subjefe a cargo de la policía local, Gabriel Berard, cuando la persona es interceptada «primero se verifica con los datos filiatorios, si coincide, se hace la consulta con el magistrado interviniente porque el pedido no siempre significa que esa persona tiene que quedar detenida. Puede ser un comparendo (orden para presentarse a la justicia) o un paradero y no hace falta detenerlo».
«Nadie va a quedar detenido porque se haya confundido en ese porcentaje de error ya que siempre se hace la confirmación correspondiente», fue la respuesta, un poco a coro, de los funcionarios presentes, entre los que estaba además del vicejefe de gobierno, la comisaria Raquel Cesanelli, a cargo del Centro de Monitoreo Urbano, el subsecretario de Investigaciones y Estadística Criminal, Anibal Falivene, y la jefa de gabinete de la Secretaría de Recursos Policiales, Cecilia Amigo.
Santilli señaló que «estamos hablando de 1300 personas buscadas por homicidios, 1500 por delitos sexual, 15.000 por robos y hurtos y 2300 por narcotráfico, de las 40 mil, que conviven a diario con nosotros». Y remarcó que dentro de esa base de datos el 20 por ciento son extranjeros y ahí sí somos claro, hay que hablar con la justicia para poner a esos delincuentes de patitas afuera de nuestro país».