En Bolivia preocupa supuesta medicina contra la COVID-19
Se intenta frenar una venta irregular de remedios a través de redes sociales .
La venta irregular en redes sociales de medicinas para la COVID-19 preocupa en Bolivia, y se intenta frenar con iniciativas tanto institucionales como empresariales.
La Policía Boliviana advirtió ayer que rastrea a «ciberdelincuentes que estafan ofertando productos para curar COVID-19», pues «el peligro ahora no está en las calles, sino en las redes sociales».
La venta en redes en internet de medicamentos se acentuó «desde la llegada del virus, donde se puede encontrar el polémico químico dióxido de cloro», señaló la Policía a través de un comunicado. También señaló que los estafadores exigen depósitos en cuentas bancarias o en una conocida plataforma de comercio electrónico, «pero los productos nunca llegan», por lo que realiza un «patrullaje cibernético» para detectar estafas.
Sin embargo, no existen muchas denuncias, ya que «los ciberdelincuentes se aprovechan de la desesperación de la población para adquirir estos productos, para salvar la vida de sus seres queridos o aliviar su estado de salud».
En el empresarial, varias entidades se han unido para frenar la falsificación, adulteración y contrabando de medicamentos, en especial de fármacos para la COVID-19.
La Aduana Nacional (AN), la Comisión de Aduana y Facilitación del Comercio de la Cámara de Comercio Internacional (Comad-ICC Bolivia), la Cámara de Despachantes de Aduana de Santa Cruz (CRDA SCZ) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) suman esfuerzos en este objetivo.
El propósito es que el proceso de importación y comercialización evite prácticas fraudulentas, con nuevas tecnologías para el control de la trazabilidad de las medicinas. El presidente del IBCE, Pedro Colanzi, destacó en la presentación de esta alianza en Santa Cruz que «no se debe dar un paso atrás en la lucha contra el contrabando de medicamentos porque nuestro país demanda que la legalidad prevalezca por encima de todo en estos tiempos de pandemia».
«En el mejor de los casos no tiene ningún efecto terapéutico, pero en el peor de los casos puede deteriorar aún más la salud y hasta causar el deceso del paciente. Es un negocio de la muerte que debe terminar», sentenció.
Jorge Mendieta, de la CRDA SCZ, contó: «El problema es que si la ciudadanía no toma conciencia y si las autoridades no nos sumamos a eliminar este flagelo, eso va conllevar pérdidas humanas».
Estas entidades señalaron el riesgo de que la población acuda al mercado libre, sin registros formales de los medicamentos, lo que deja al comprador a merced de mafias que comercializan productos adulterados.