En Santa Fe y Córdoba protestan porque Marcos no ordena las internas
La falta de definiciones de parte de la Casa Rosada para resolver las internas más calientes de Cambiemos en las provincias está empezando a generar malestar en los dirigentes del oficialismo. Es el caso de Santa Fe y Córdoba, donde radicales y macristas esperan hasta ahora sin resultado que la Jefatura de Gabinete ordene los escenarios.
Se trata de las dos provincias más importantes a las que puede apostar Cambiemos (más allá de las que ya gobierna) y donde tanto en 2015 como en 2017 tuvo en las urnas resultados más que alentadores para fortalecer opciones y lograr este año ganar las gobernaciones. Pero la falta de una conducción política fuerte que ordene las internas derivó en un escenario de incertidumbre a pocos meses de los comicios.
En ese sentido todas las quejas apuntan a Marcos Peña, la cabeza política de Cambiemos junto a Mauricio Macri. Distintas fuentes coinciden en que el jefe de Gabinete ha evitado por todos los medios involucrarse y tomar una decisión unilateral para resolver las internas, lo que no hizo más que desordenar todavía más el panorama en esas provincias. «Después lo vemos», es la respuesta que llega desde la Rosada.
Las fuentes indican que Peña pretende que las internas se resuelvan en las provincias y argumenta que si la Rosada se entromete lo acusan de una injerencia al estilo peronista. Por eso buscó distintos mecanismos para no intervenir: en el caso de Córdoba le pidió a Alfredo Cornejo que resuelva la pelea entre los radicales Mario Negri y Ramón Mestre, pero el mendocino se negó. En Santa Fe directamente no hay una directiva clara.
Peña sabe que intervenir directamente deja heridos que se convierten en enemigos y no quiere saber nada con eso. Hasta las últimas elecciones ese trabajo estaba en manos de Emilio Monzó, más acostumbrado a ese tipo de peleas. Pero el presidente de la Cámara de Diputados fue corrido del armado político y ahora nadie ocupa ese lugar.
En Santa Fe las listas para las PASO cierran el 22 de febrero y en Córdoba el 23 de marzo para las generales. En ambos casos, el panorama es incierto en Cambiemos y lejos de ordenarse, parece cada vez más complicado.