Estados Unidos está «bullish» en su comercio con Argentina
La subsecretaria de Comercio Internacional, Marisa Lago, destacó las energías limpias como gran punto de interés luego de un viaje de dos días al país
Marisa Lago, la subsecretaria de Comercio de Estados Unidos que acaba de terminar un viaje de dos días en Argentina, dice que está “bullish” en oportunidades de comercio entre Argentina y EE.UU. La funcionaria se reunió con empresarios y funcionarios del gobierno, incluida la canciller Diana Mondino.
“Llegué con muy altas expectativas por todo lo que había leído, y me voy aún más bullish de oportunidades. Hay mucho espacio para crecer,” dijo Lago en una entrevista exclusiva con Ámbito y el Buenos Aires Herald. Agregó que se estuvo enfocando en sectores relativos a la transición energética, dado que se trata de un área de interés clave para el gobierno de Biden.
Durante la entrevista, Lago habló de la importancia de las reservas de litio de Argentina, las posibilidades para empresas argentinas con la Inflation Reduction Act (IRA) — la legislación emblemática de Estados Unidos para el cambio climático — así como también la posibilidad de colaborar con proyectos nucleares civiles que apunten a reducir las emisiones de carbono. La entrevista fue editada para ajustar su extensión y claridad.
Periodista: ¿Qué se lleva de sus reuniones con empresarios y funcionarios?
Marisa Lago: Las reuniones confirmaron la importancia de este viaje. Sabíamos que con los cambios que están en marcha existían oportunidades significativas para incrementar el comercio y la inversión entre nuestros dos países. El mejor ejemplo es probablemente la eliminación del sistema de registro de importaciones, que realmente era un lastre para el comercio y no rendía ningún beneficio significativo. No es solo una gran noticia para las compañías estadounidenses y del resto del mundo, sino que también es una señal del deseo de estar más abiertos al comercio bilateral y las inversiones.
P.: ¿Cuál es el objetivo de Estados Unidos al tratar de incrementar el comercio con América Latina?
M.L.: Durante la pandemia aprendimos la importancia de no depender demasiado de un país o incluso de una sola región. Por eso estamos muy interesados en diversificar nuestra cadena de suministro. En nuestra búsqueda de países donde la diversificación tenga sentido, las Américas se destacan por ser nuestros vecinos y tener vínculos históricos y comerciales tan fuertes. Además, dada nuestra conexión geográfica, vemos cada vez más oportunidades.
P.: ¿En qué sectores se concentró durante su viaje?
M.L.: Si tuviera que resumir, diría que la transición a energías limpias y los minerales críticos. Una de las fortalezas de Argentina en este sentido es que hay muchas fuentes de energía limpia disponibles. No se trata sólo del viento. Ni sólo la solar. Ni sólo la hidro, ¿no? Sabemos que hay países de todo el mundo que han asumido compromisos en virtud del Acuerdo de París. Y al cumplir esos compromisos, creemos que las empresas estadounidenses, con sus tecnologías y soluciones de vanguardia, pueden ayudar a otros países. Ese es el mensaje que comparto en mis reuniones con empresas argentinas y estadounidenses que operan en el espacio energético.
P.: ¿Cómo imagina Estados Unidos la cooperación con Argentina en la minería de litio?
M.L.: Hay un gran reconocimiento del potencial de Argentina en este campo. El hecho de que pueda ser el tercer mayor exportador de litio con menos de un tercio de sus reservas explotadas muestra cuál es el potencial de crecimiento. La Agencia Internacional de Energía ha pronosticado que la demanda de litio se multiplicará por 26 para 2050. Esa es una señal de demanda global que presenta una oportunidad para Argentina. Y creo que también presenta una oportunidad para Estados Unidos porque, una vez más, somos una economía de innovación. Tenemos empresas que brindan servicios y productos que pueden ayudar a Argentina a capitalizar esto.
P.: Las empresas argentinas no pueden acceder a financiación IRA para proyectos de energía limpia porque Argentina no tiene un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. ¿Esto es algo que se podría discutir?
M.L.: Hay varias maneras de abordar esto. La primera es cuando se habla de la Ley de Reducción de la Inflación: son 369 mil millones de dólares destinados a la transición a la energía limpia. Eso es bueno para Estados Unidos y el mundo. Estamos enviando una fuerte señal de demanda con las inversiones del gobierno. Con respecto a ese tipo de acuerdo en particular, es un asunto para la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos.
Las inversiones en IRA abarcarán tecnologías que usted y yo ni siquiera podemos imaginar hoy. Tecnologías en las que ni siquiera la gente de nuestras universidades está pensando. La innovación por la que se conoce a Estados Unidos no se limitará a su territorio. Serán nuevas soluciones, nuevas tecnologías, nuevos enfoques que EE.UU. buscará exportar a aliados en todo el mundo. Entonces, veo nuevamente a Argentina como capaz de participar.
P.: El presidente Milei ha dicho que no cree en el cambio climático. ¿A EEUU le preocupa no estar de acuerdo en una cuestión tan crucial?
M.L.: Voy a dejar las opiniones sobre el cambio climático para los científicos y los jefes de estado. Sabemos que algunos países se concentran en el cambio climático como un imperativo ético. Otros lo ven como una cuestión de cumplir con las transiciones del Acuerdo de París. En la Secretaría de Comercio lo vemos como una oportunidad para el crecimiento económico y el empleo. Hay muchísimos empleos que pueden crearse en función de la transición energética, independientemente de la política de cada uno.
P.: Argentina está construyendo un proyecto llamado CAREM, el primer pequeño reactor modular (SMR) del mundo. Habrá una demanda de estos reactores como herramientas útiles para la transición energética. ¿EEUU ve algún margen para colaboración en este tipo de proyectos nucleares?
M.L.: Me alegra mucho que hayas hecho esa pregunta. En 2023 tuve el privilegio de encabezar la delegación de la Secretaría de Comercio en la COP28 en Dubai, la más grande que haya ido jamás a una cumbre climática. Aunque las expectativas eran altas, no creo que mucha gente haya anticipado el nivel de compromiso asumido por tantos países en esa cumbre de triplicar su uso de energía nuclear [22 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Francia, se comprometieron a triplicar su capacidad de energía nuclear para 2050 desde los niveles de 2020]. Eso presenta una oportunidad muy importante, porque EE.UU. tiene empresas en el área de SMR, y hay mucha atención hacia nuestro país porque tiene un sistema regulatorio muy sólido. Vemos que hay oportunidades para asociarnos con países que buscan incluir SMR nucleares civiles en su producción, y trabajar con ellos.