Freno al cacerolazo PRO
La llamada fue breve y áspera.
–Hola, sí, ¿Patricia?– se comunicó un importantísimo intendente macrista del Gran Buenos Aires.
–Sí, sí, soy yo, ¿cómo estás?–contestó la ex ministra.
–Bien, por suerte, bien. La venimos llevando. Patricia, te llamaba para decirte que están jugando con fuego, con los cacerolazos, las redes y limando al gobierno.
–Bueno, bueno, yo no tengo que ver con lo que está pasando. Es la gente.
–Mirá Patricia, una cosa es la gente y otra que ustedes estén encabezando las movidas. Cuando vos eras ministra, no te bajaste el sueldo— se endureció el intendente macrista.
–Te reitero, es la gente la que piensa eso– se defendió Bullrich.
–De esta manera, ustedes nos están complicando. Trabajamos bien frente a la situación, hay ambiente de trabajo en común con el presidente y el gobernador. Por supuesto que ellos siempre tuvieron sus ultras, pero están guardados. Y aparecen ustedes, que son nuestros ultras.
–Yo no estoy encabezando nada.
–Sé muy bien de dónde vienen las cosas. Te quiero decir, además, que actuando así, este partido no me representa. Tenelo en cuenta.
Ese fue el fin del diálogo y exhibe la tensión en el PRO y en Cambiemos. Se ve que dentro de la fuerza macrista está muy claro quién está detrás de la movida en las redes: Bullrich y algunos de los diputados