Funcionarios de Garro piden tener presencia en la lista
El sector del Gabinete más cercano le planteó al Intendente que quiere que alguien ligado a la gestión comunal acceda a una banca en la Legislatura.
A diez días del cierre de listas, en las últimas horas se produjo el primer movimiento fuerte en Junto por el Cambio, el espacio que gobierna La Plata y lidera el intendente Julio Garro, de cara al armado con el que competirá en las PASO del 12 de septiembre. El grupo de funcionarios municipales más cercano al jefe comunal se plantó para pedirle tener representación con un lugar importante en la lista de candidatos a diputados provinciales. El reclamo tiene una línea política bien marcada: que haya un legislador que tenga identificación plena con el gobierno local, algo que consideran no ha ocurrido en ninguna de las citas electorales previas.
El planteo fue realizado cara a cara en las últimas horas, en un encuentro que esos referentes del espacio garrista tuvieron con el intendente. Se sentaron en esa mesa varios integrantes del grupo denominado «Paladar Negro» más otros que ocupan roles importante en la gestión pero tienen su propio juego político.
Entre estos últimos participaron el coordinador del Gabinete Oscar Negrelli y el secretario de Gobierno Marcelo Leguizamón. Entre los primeros están el secretario de Seguridad Darío Ganduglia; la titular de Desarrollo de la Comunidad, Julieta Quintero Chasman; el de Salud Enrique Rifourcat; el de Obras Públicas Luis Barbier y el de Espacios Públicos José «Pepe» Etchart. A quienes se sumó Nelson Marino, el ex titular de Gobierno que ahora es concejal y se mantiene como uno de los referentes territoriales de mayor confianza del intendente.
Cualquiera de ellos puede ser el enviado del Gabinete a la lista de diputados provinciales que presentará Juntos por el Cambio en la Octava Seccion electoral, aunque algunos tienen aspiraciones más lanzadas y posibilidades más concretas. En la reunión no se avanzó decididamente en los nombres pero sí en la jugada política. El reclamo que hacen se basa en que desde que gobierna la ciudad Garro nunca fue dueño de definir una representación propia en la Legislatura para articular políticas públicas. Consideran que su fortaleza actual, potenciada con el triunfo en 2019 y su armado bonaerense como uno de los intendentes opositores de mayor peso, debieran cortar con esa tendencia.
La rosca que comenzó esa mesa chica del gabinete no termina en ese análisis. También analizaron las posibilidades de que ese pedido se concrete efectivamente en función de los condicionamientos que presenta el escenario electoral, según haya internas o no dentro de la coalición.
Evalúan que la negociación que se dio entre halcones y palomas y derivó en una unidad dentro del PRO detrás de las candidaturas a diputados nacionales de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires y María Eugenia Vidal en CABA, derramará en las secciones bonaerense. Y consideran que como eso podría hipotecar la cabeza de la lista, el grupo de funcionarios municipales puso el foco en el segundo lugar.
Hay -aunque no se explicite- cierta resignación en que la cabeza de los diputados no será definida exclusivamente con la lapicera de Garro. Demasiados intereses en juego podrían condicionarlo. El lugar puede ser reclamado por Vidal, y en ese juego crecen la chances de su ex secretario en la Gobernación Fabián Perechodnik en detrimento de Carolina Piparo, quien vence mandato y parece cada vez más complicada en la posibilidad de encontrar un lugar para reelección.
Pero también podría ser la variable de ajuste en caso de que la interna que se perfila entre Santilli y Facundo Manes como hombre del radicalismo no se replique en una disputa en La Plata. Ese escenario, graficado con la forma de la letra Y (con dos listas en el cuerpo de la boleta nacional pero una sola en el orden local), podría requerir un espacio para el candidato que impulsen los socios radicales.
La paridad de género será decisiva en la definición del nombre. No es novedad que una de las que aparece como posible candidata a diputada es Julieta Quintero Chasman. Sus chances crecerían aún más si quien encabeza es un hombre. Las dos posibilidades latentes son las de Perechodnik, en caso de una lista para internas y la de un radical (un nombre que asomó en los últimos días es el de Leandro Bazze) si es que hay unidad a nivel local.
Si en cambio los acuerdos «extralocales» exigen que el número uno de la lista sea para una mujer, cualquiera de los integrantes de la mesa chica podría tallar. Aunque hay algunos, como Ganduglia, Barbier o Marino que tendrían mayores apetencias.
El planteo de sus funcionarios quedó en la carpeta de Garro, quien en las dos semanas que quedan para el cierre de listas tendrá intensas negociaciones con los distintos actores que se codearán por un lugar entre los candidatos a diputados y concejales. Están las distintas vertientes dentro del PRO, pero también las variadas corrientes del peronismo, ligados a Miguel Ángel Pichetto y Emilio Monzó, o los de la pata sindical. A ellos se suman -en caso de que haya unidad- los viejo socios radicales y de la Coalición Cívica o los que están cada vez más cerca de sumarse, los socialistas o los del GEN de Margarita Stolbizer.
Fuente: 0221