Guiño a Schiaretti: CFK baja a su candidato en Córdoba
En el filo del cierre de listas el Frente Córdoba Ciudadana se bajó de la elección del 12 de mayo. Un aporte de diez puntos para una contienda con dos candidatos de la fractura provincial de Cambiemos. El escenario que se avecina y la «estrategia de la generosidad».
Cuando faltaban pocas horas para el cierre de listas para las elecciones a gobernador de Córdoba, Unidad Ciudadana replicó la estrategia que puso en marcha en Entre Ríos: bajó a su candidato y evitó la división del peronismo, uno de los escenarios que el Gobierno busca capitalizar en cada distrito. En la provincia mesopotámica, el peronista Gustavo Bordet buscará su reelección el 9 de junio, luego de las PASO del 14 de abril, mientras que Córdoba tendrá ejecutivas el 12 de mayo (sin primarias), donde Juan Schiaretti buscará un segundo mandato bajo el signo de Hacemos por Córdoba, una alianza entre el PJ local, el GEN y el Partido Socialista.
El anuncio del paso al costado del Frente Córdoba Ciudadana corrió por cuenta del Pablo Carro, candidato a gobernador, diputato nacional y secretario general de la regional de la CTA de los Trabajadores. Lo hizo este sábado por la noche, dos horas antes del vencimiento para la presentación de candidaturas. «Comunicamos a la sociedad de Córdoba que en el día de hoy hemos decidido no participar de las elecciones provinciales del 12 de mayo», explicó desde su cuenta personal de Twitter. «Es obviamente una definición difícil pero a la luz de diversos elementos que hoy se pusieron en consideración evaluamos que esto es lo que debemos hacer. Hubiéramos querido expresar en nuestra propuesta al amplio espacio de oposición. Siempre sostuvimos que el objetivo principal de nuestro espacio es lograr que este 2019 sea el último año que el macrismo gobierne nuestros destinos», justificó Carro.
La decisión fue promovida por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en acuerdo con los candidatos locales. «Son dos cosas, un gesto de generosidad política en este escenario, aunque no hubo muchos gestos del lado de Schiaretti. De todas formas ella decidió tener ese gesto y bajar una lista que suma unos diez puntos. Si bien los números de Schiaretti son buenos, nuestra lista no es poco», explicó a Tiempo una fuente cercana a la ex presidenta. La expectativa apunta a «aportar una bancada con nuevos integrantes para el segundo mandato de Schiaretti, que seguramente los necesitará», explicó otra fuente.
El contexto previo del Frente Córdoba Ciudadana estuvo signado por dificultades para consensuar el armado de las listas y consolidar a un candidato sólido, frente la tensión que se disputará en las urnas entre Schiaretti, de excelente relación con el presidente Mauricio Macri, y la división de Cambiemos en la provincia, que llevará a dos contendientes: el jefe del Interbloque de Cambiemos, Mario Negri, como candidato de «Córdoba Cambia» y el intendente de la capital provincial, Ramón Mestre, como cabeza de la histórica Lista 3, de la Unión Cívica Radical.
La fractura electoral de Cambiemos en la provincia que fue determinante para la llegada de Macri a la Casa Rosada abre una oportunidad para el PJ provincial, que integra el espacio Argentina Federal y que armó el Frente Hacemos Córdoba junto al espacio GEN, que conduce Margarita Stolbizer, y el socialismo que encabeza el gobernador santafesino Miguel Lifschitz. Los tres promoueven la precandidatura presidencial del ex ministro de Economía Roberto Lavagna.
Con el paso al costado de Carro, el frente que sostiene el peronismo cordobés suma aliados para una elección donde también estará en juego la intendencia de la capital provincial, que ahora controla el radicalismo, en el segundo mandato de Mestre. El objetivo de «Hacemos Córdoba» apunta a quedarse con ese municipio estratégico, con la candidatura de Martín Llaryora, cuya performance está atada a la figura de Schiaretti en la capital provincial.
Si se confirman en las urnas las proyecciones de las encuestas, el peronismo prolongaría por otros cuatro años el control de la provincia mediterránea, que gobierna desde 1999, aunque con un Frente que suma nuevos aliados. Con esa composición la contienda cordobesa toma otro voltaje: es la segunda provincia donde Cambiemos apuntaba a capitalizar las internas del peronismo, en una estrategia donde Macri resigna a sus propios candidatos ante gobernadores opositores, pero cercanos, que buscan la reelección.
Esos gestos, que desatan fieras internas dentro de Cambiemos, están orientados a sumar los apoyos de esos caciques en la pelea por la reelección que entrará en su tramo determinante a partir de julio, antes de las PASO y cuando buena parte de las 14 elecciones provinciales hayan concluído. Si se confirman en las urnas las proyecciones de las encuestas, el peronismo prolongaría por otros cuatro años el control de la provincia mediterránea, que gobierna desde 1999, aunque con un Frente que suma nuevos aliados. Con esa composición la contienda cordobesa toma otro voltaje: es la segunda provincia donde Cambiemos apuntaba a capitalizar las internas del peronismo, en una estrategia donde Macri resigna a sus propios candidatos ante gobernadores opositores, pero cercanos, que buscan la reelección.
Esos gestos, que desatan fieras internas dentro de Cambiemos, están orientados a sumar los apoyos de esos caciques en la pelea por la reelección que entrará en su tramo determinante a partir de julio, antes de las PASO y cuando buena parte de las 14 elecciones provinciales hayan concluído.