“Hagan lo que pidió el Gobierno”

Nelson Martínez recibió el alta tras permanecer internado tras contagiarse de coronavirus durante un viaje que hizo con su pareja a Italia.

“Mi sugerencia es que hagan lo que pidió el Gobierno”, puntualizó Martínez, quien relató que en Italia, hubo muchas personas que no respetaban las medidas de distanciamiento social dispuestas por el Gobierno. “La gente no le daba bolilla, los bares estaban repletos como si nada, no tomaban conciencia”, recordó.

“A los que están aislados les digo que no es algo tan traumático. Hace 14 días estoy solo en mi casa, sin ver a otro ser humano. Hay muchas cosas que poder hacer en tu hogar, más si podés compartirlo con tu familia, hay momentos de encuentro”, recomendó Martínez, encargado de un edificio en el barrio porteño de Recoleta.

“Lo que se puede hacer es tratar de mantener una rutina, no quedarse con la ropa con la que dormiste, bañarte todos los días, afeitarse, hacer cosas, mantenerse activo. Si te tirás en la cama o en el sillón a ver televisión todo el día los músculos se te achanchan, perdés la noción de todo”, agregó.

Nelson cuenta a BigBang que en las últimas semanas trató de no pensar en cuándo terminarían los días de encierro total. Si bien recibió el alta médica del Hospital Muñiz, el protocolo indica que debe permanecer otros 14 días confinado en su hogar sin salir para nada a la calle. Esas dos semanas se cumplieron ayer y desde hoy tiene las mismas restricciones que cualquier otro mortal en la Argentina por la cuarentena decreta por el presidente Alberto Fernández.

“No pensé en el día 14. Pensé en llevarla día a día. No me pongo fechas, porque si algo varía es una decepción. Es como las adicciones. Las personas adictas tienen la meta de superar el día a día. No es tan compleja la situación: no es que estoy desabastecido o pasando sed, estoy en mi casa y gracias a Dios la mayoría podemos pasarla bien, tengo un lugar donde estar abro el agua y sale caliente, puedo cocinar. Si ves la situación de mucha gente que la pasa mal, somos privilegiados”, analizó.

¿Cómo te arreglaste con la comida, la limpieza?

La limpieza la hago yo. Lo primero que hago es ordenar la habitación, para no volver a la cama. Es así para tener una rutina, porque si no perdés el ritmo de los horarios y se va todo el diablo. Mantengo las cuatro comidas, me cocino, limpio la casa. El primer día que estuve en mi casa, como mi novia también está aislada, la mamá de mi hijo y mi hijo me trajeron todo para una semana. Cuando llegué, para no tocar nada y por respeto a la gente con miedo, le pedí a mi hijo que abra la puerta, se separó dos metros, no lo pude saludar. Durante la semana me trajeron comida y me la dejaban en un patio que tengo en la puerta de casa y cuando se iban yo la recogía. Los vecinos también me traían facturas y budines. Con el delivery, porque también tenía ganas de comer algo de comida chatarra, me pedía unas empanadas y pagaba todo por Internet. Para la propina le dejaba a mi compañero encargado del edificio un billete limpio para que le diera al chico del delivery. Eso sí, le aclaraba que me había lavado las manos recién.