Huertas urbanas: los beneficios de cosechar alimentos en terrazas, jardines y veredas
Con el boom de la ecología también llegó el fenómeno por las huertas urbanas, gracias a las cuales se aprovechan todos los espacios posibles para obtener alimentos naturales y sin agrotóxicos.
La producción propia de alimentos ha cobrado una gran relevancia en los últimos años.De acuerdo con la perspectiva de la Soberanía y Seguridad Alimentarias, la Agricultura Urbana «comprende la producción de hortalizas, frutales y animales de granja a escala familiar y comunitaria».
Además, ayuda a disminuir la contaminación, debido a que se evita el uso de agroquímicos, por lo que es una actividad sustentable y beneficiosa para el hábitat en general.
La producción de alimentos en la ciudad favorece además el uso eficiente del agua, la energía y el suelo y ahorra energía, ya que los productores y consumidores están más cerca entre sí, evitando de esta forma el traslado de mercadería de diversos puntos del país.
Pero, ¿dónde podemos cosechar si en la ciudad no hay espacio disponible? Simple: en el balcón, en una terraza y hasta en las veredas.
Según una guía del INTA, «una técnica innovadora para el cultivo en las ciudades, donde los suelos son poco fértiles, es la organoponia». Para llevarla a cabo, se pueden construir canteros con diversos materiales como maderas, piedras, ladrillos o bloques de concreto o utilizarse macetas, envases, bateas, tarimas, bolsas y caños.
Para iniciar una huerta organopónica, es fundamental disponer de un buen sustrato y planificar el espacio de cultivo, según las características de la especie que queramos producir, con el objetivo de asegurar el desarrollo de las plantas.
Uno de los trabajadores de la tierra urbana más conocido es Carlos Briganti, conocido como “el Reciclador”, y es quien dirige Acción Huerta Urbana.
«Cuando se desencadena la pandemia, decidimos hacer huertas en las veredas. Nosotros usamos cubiertas de auto para cultivar. En nuestro país se tiran 18 millones de cubiertas por año, es un pasivo ambiental enorme. Nosotros utilizamos las veredas, no es necesario que sean muy anchas. Antes lo consensuamos con el frentista, tratamos de que sea una intervención artística, linda a la vista, y con el valor de la producción de alimentos sanos, seguros y soberanos. Son alimentos de cercanía, kilómetro 0, y a la vez una herramienta pedagógica para enseñarle al vecino y a la vecina cómo se producen los alimentos, cuáles son las ventajas, quiénes pueden producir y quiénes son los formadores de precios«, le dijo al portal Noticias Positivas.
Además, mostró su terraza del barrio de Chacarita repleta de cultivos al medio RT y precisó que cultiva distintas clases de lechugas, tomates, morrones y puerros sin agroquímicos: «Se producen de 500 a 600 kilos de verdura de hoja, solamente entre el otoño y el invierno. En verano se triplica, porque el volumen de una berenjena, un zapallo o un zapallito, es mucho más grande».
También indicó que «una familia tipo se puede alimentar sin ningún inconveniente».
Según INTA, se pueden construir en las casas numerosos canteros para cosechar en cubiertas de autos, cajones de madera de verdulería, canastas de mimbre para plantas aromáticas, en tanques de 200 litros, caños de plástico, potes de helado, enredaderas, entre otras opciones.