La campaña bimodal de Santilli
El precandidato reversiona el modelo PRO modo pandemia. Call center full time para pescar vecinos de a pie. Mi conurbano querido. Seguridad y educación.
El lanzamiento formal de Diego Santilli, al unísono de su renuncia a la vicejefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y al Ministerio de Justicia y Seguridad, puso en marcha la amplia maquinaria de campaña del PRO para intentar instalar al precandidato en el conurbano bonaerense, epicentro electoral de la provincia del 40% de los votos del país. Tras el cierre de listas, rápido y furioso emprendió recorridas presenciales por La Matanza, Hurlingham, Lanús, Tigre, San Isidro, Morón y Quilmes. Al modo clásico de proselitismo le sumó ahora una especie de timbreo digital, convocando -vía telefónica- a vecinos de a pie a reuniones virtuales a través de plataformas digitales. La usina bonaerense de combustible político tiene base en el distrito que gobierna Néstor Grindetti, en tanto que la comunicación surge de un equipo con marca en la gestión de María Eugenia Vidal.
Aun sin Marcos Peña y Jaime Durán Barba, quienes le imprimieron el tono desafiante, la extravagancia y parte del modelo político de Cambiemos hasta 2019, el precandidato a diputado nacional de Es Juntos mantiene la base de la estrategia de comunicación que los llevó a conducir el gobierno nacional y el bonaerense. Primero fue la viralización de una curiosa cabellera rojiza y el hashtag #Juntos en las redes de los principales líderes de la oposición, como Horacio Rodríguez Larreta, el propio Macri y Elisa Carrió; más tarde, las reuniones con vecinos y vecinas de distintas localidades en algún bar característico. Todo un despliegue con soporte en un call center que pretende darle volumen a su figura política.
La de Es Juntos, que se medirá en interna con el armado Dar el paso que encabeza Facundo Manes, es una “campaña bimodal”, tal como la llaman en el equipo de comunicación de Santilli. “Estamos llamando mucho por teléfono cada vez que va a un distrito”, aseguró una de las personas que sigue la agenda del ex vicejefe de Gobierno porteño. La metodología es similar a la aplicada en elecciones anteriores: reuniones con 10 o 15 personas de manera presencial, con la suma de una convocatoria a través de llamados telefónicos para que se puedan sumar a través de Zoom. De hecho, en Lanús, el distrito que gobierna Grindetti, el jefe de campaña política, se inscribieron unas 2.500 personas para asistir a las charlas a distancia.
Los dos principales ejes que maneja el enviado de Rodríguez Larreta son la inseguridad en el conurbano y la educación, que a partir de este lunes tendrá como principal noticia el regreso a las clases presenciales en escuelas públicas y privadas, tal como lo anunció el gobernador Axel Kicillof.
El precandidato a diputado nacional remarcó la necesidad de ser “firmes con los delincuentes porque la ley está para cumplirse”. Lo dijo en el marco de una recorrida de campaña en Tigre, acompañado por el referente local y precandidato a concejal Segundo Cernadas, con quien compartió una charla presencial y virtual con vecinos de esa ciudad gobernada por el Frente de Todos. “La falta de laburo, la situación económica y la inseguridad están muy latentes en los vecinos de todo el conurbano, pero hay un tercer tema que también los preocupa y desde hace mucho tiempo: la falta de cloacas”, agregó.
El gran ausente en el discurso que lleva a los distritos que rodean la Ciudad de Buenos Aires es el nombre de Mauricio Macri, acaso no sólo por la derrota que sufrió en 2019 tras cuatro años de desventura en el poder, sino también por la magnitud de esa pérdida: en aquella oportunidad, Alberto Fernández le sacó en La Matanza 324.000 votos de ventaja al fundador del PRO, con una diferencia abrumadora de 64,4% a 23,5%. Pese a eso, y consultado por Letra P, Santilli negó que quieran construir un PRO sin Macri. “Tenemos un espacio grande y heterodoxo con diferentes matices. Es la primera vez en democracia que un partido después de haber perdido contra el peronismo sigue unido”, dijo al respecto.