Masacre en Mali
Hombres armados supuestamente vestidos como cazadores tradicionales mataron a 134 personas, entre ellas mujeres y niños, durante un ataque a una aldea en el centro de Malí, de acuerdo con la ONU.
Otros 55 civiles resultaron heridos en el ataque en Ogossagou en la región de Mopti.
La comunidad étnica fulani de la región es frecuentemente atacada y acusada de tener vínculos con organizaciones yihadistas en el área, según la ONU.
El gobierno de Malí dijo que “reitera su determinación de hacer todo lo posible para perseguir a los perpetradores de esta barbarie de otra época y castigarlos, de acuerdo con las leyes vigentes”.
“Con el mismo espíritu, el gobierno continuará asegurando la protección del pueblo, recreando las condiciones de verdadera cohesión social y promoviendo la reconciliación nacional”, agregó. Dijo además que “el gobierno condena con la mayor severidad este acto atroz y expresa su compasión a las familias de las víctimas inocentes”.
El domingo, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar, y el Consejo de Ministros anunciaron la disolución de un llamado grupo de autodefensa, según un comunicado del gobierno. El comunicado no indica si este grupo es responsable del ataque en Ogossagou.
El grupo, llamado Dan Na Ambassagou, está compuesto por miembros del grupo étnico dogon. El año pasado, Human Rights Watch acusó a Dan Na Ambassagou de atacar a miembros del grupo étnico fulani y de ataques que “llevaron a decenas de muertes y lesiones de civiles”.
Unicef dijo que estaba proporcionando asistencia a las víctimas del ataque.
“Muchos de los niños heridos han sido evacuados a centros de salud para recibir tratamiento. Unicef está en el terreno ayudando a proporcionar primeros auxilios, medicamentos y alimentos terapéuticos”, dijo la directora ejecutiva Henrietta Fore.
“Los niños de Malí están pagando un mayor precio por la intensificación de la violencia en el centro de Malí. Desde 2017, el aumento de la inseguridad ha provocado un aumento en la matanza, la mutilación y el reclutamiento de niños. La violencia de género está aumentando”, agregó Fore.
La región Mopti de Mali ha visto repetidos casos de violencia en los últimos meses.
Varios soldados murieron en Dioura la semana pasada, mientras que 10 personas de la comunidad dogon fallecieron en un ataque en la aldea de Gondogourou en febrero.
Un portavoz de la ONU dijo que el secretario general de la organización, António Guterres, estaba “impactado e indignado” por el ataque del sábado.
“El secretario general condena este acto y pide a las autoridades malienses que lo investiguen rápidamente y enjuicie a los responsables”, dijo el portavoz. Agregó que “pide a las autoridades malienses que redoblen sus esfuerzos para restablecer la paz y la estabilidad en el centro de Mali”.
En Mali hay casi 3 millones de personas fula, que son tradicionalmente nómadas y en su mayoría musulmanes.