Piñera quiere más sangre
El presidente de Chile apuesta a más balas y más palos contra la rebelión popular. «Es hora de decir basta», exclamó.
La escalada de protestas en Chile parece no tener techo y, en simultáneo, la falta de soluciones concretas a las demandas de la gente más allá del maquillaje impulsado por el sistema político, parece desembocar de una forma u otra en más represión, más muertos, heridos y jóvenes que pierden ojos en manos de los carabineros.
En una conferencia realizada en el Palacio de La Moneda, el presidente Sebastián Piñera anunció que a partir del lunes próximo habrá 2.500 carabineros más en las calles para reprimir los reclamos.
«Es hora de decir basta», disparó el cuestionado jefe del Estado. Además, dijo que «Carabineros y Policía de Investigaciones necesitan nuestro más amplio respaldo para cumplir el mandato constitucional». En ese marco reclamó al Congreso de su país que acelere el tratamiento de proyectos de ley enviados por su Gobierno, tales como los destinados a reprimir saqueos, encapuchados y barricadas.
«A partir el próximo lunes contaremos con 2.505 carabineros y policías que se sumarán para el orden público y la seguridad ciudadana, y dentro de los próximos 60 días tendremos 4.534 carabineros y policías adicionales», señaló Piñera.
Más represión y muerte
Las palabras del pinochetista Sebastián Piñera chocan de frente con las investigaciones que vienen realizando distintas organizaciones defensoras de los derechos humanos. Son más de dos mil los estudios que se realizan por estos días y que tienen en alerta a ONG mundiales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch a 40 días de iniciadas las revueltas.
El marco de violencia y muerte que las fuerzas de seguridad llevan al paroxismo con los ataques puntuales y dirigidos a dejar ciegos a los jóvenes, como si se tratara de una ficción distópica, se extienden también a otras atrocidades como las violaciones de mujeres que se vienen denunciando en el útlimo tiempo.