Primer round entre La Cámpora y el Albertismo
Después de que Cristina dinamitara la unidad partidaria, este jueves seremos testigos del primer round de la pelea entre La Cámpora y los Movimientos Sociales que se recuestan en Alberto Fernández. Ambos sectores medirán fuerzas este 24 de marzo en Plaza de Mayo, al cumplirse 46 años de la icónica fecha del golpe militar del 76. La organización de Máximo Kirchner convoca desde hace semanas a una masiva manifestación para recordar a las víctimas del Golpe. Y los movimientos sociales se ubicarán frente a la Casa Rosada. ¿Habrá convivencia o será el principio del fin? Nadie tiene la respuesta. Cómo se parará Alberto frente a ellos. Qué hará Cristina. Veamos el escenario, plagado de intrigas.
Después de dos años Máximo Kirchner volverá a liderar la marcha del 24 de marzo. La columna de La Cámpora, con fuerzas políticas aliadas, saldrá a las 9 de la mañana de la ex ESMA, donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención. Atravesarán la Ciudad desde Núñez hasta Plaza de Mayo. A las 14 se reunirán con los organismos de derechos humanos convocantes en la Avenida de mayo
Cristina Fernández de Kirchner no participará de la movida y se especula que los jóvenes kirchneristas exhiban banderas y pancartas con consignas que harían referencia al momento que vive el Frente de Todos.
Según estiman, les servirá para alentar el ímpetu y la cohesión de la militancia y la dirigencia, conmocionada por las recientes polémicas decisiones políticas de Máximo Kirchner, con el abandono de la presidencia del bloque de Diputados como principal hito. Pero, sobre todo, utilizarán la fecha para sentar posición frente a los embates del albertismo.
A todo esto, el espacio del encuentro Memoria Verdad y Justicia, integrado por más de cien organizaciones, entre ellas los partidos del Frente de Izquierda (FIT), será la tercera pata y también concurrirá a la Plaza para hacer un acto que se augura nutrido y que se presenta como “independiente de todas las fracciones del gobierno”, según lo calificó, el legislador de la Ciudad del Partido Obrero, Gabriel Solano.
La izquierda quiere desdoblar las manifestaciones para evitar incidentes. Sus consignas serán muy críticas del Frente de Todos. En línea con sus manifestaciones hace meses, el eje de la conmemoración del Espacio será, además del repudio al terrorismo de Estado, “denunciar el pacto con el FMI, el pago de la deuda y “el ajuste que se lleva adelante con el acuerdo de todo el gobierno desde su asunción”.
Mientras tanto, la pelea en el oficialismo alcanza ribetes de culebrón. Por ejemplo, la familia Kirchner, y La Cámpora, ya le hicieron saber a la Casa Rosada que no toleran que Alberto vuelva a usar el nombre de Néstor en esta disputa partidaria que ya excedió al ámbito de Gobierno.
Las conspiraciones también están a la orden del día. El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, militante camporista, hace meses que inició un operativo para desgastar a su par de la Nación, Carla Vizzotti, a quien desde fines del año pasado no le habla.
Los albertistas están convencidos de que La Cámpora quiere desplazarla del Ministerio de Salud para que sea reemplazada por Kreplak.
Pero el blanco predilecto de la familia Kirchner y su escuadrón camporista es el ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien acusan de haber negociado un mal acuerdo con el FMI y de ser el responsable de la derrota electoral del Frente de Todos en las elecciones. Lo que viene es difícil de establecer.
Otra versión que ronda por los pasillos de la Casa Rosada asegura que Máximo fogonea un plan para desdoblar las elecciones a Gobernador de los comicios generales en los que se elegirá Presidente en el 2023. De ese modo, quien se candidatee en Buenos Aires podrá hacerlo sin el “peso” negativo de un candidato presidencial con mala imagen, pero Axel Kicillof, no estaría tan de acuerdo con este escenario futuro.
En medio de este mar de intrigas, sectores afines al Presidente le están sugiriendo darle la estocada final a sectores camporistas. Significaría sacarle las cajas del ANSES, el PAMI, YPF y Aerolíneas Argentinas, entre otras.«esto así no se sostiene, o blanco o negro. Es el momento de optar. O Alberto toma poder de una vez por todas o el kirchnerismo va a terminar por asfixiarlo», le reconoció a este columnista un intendente que pinta canas y se cansó de ganar elecciones en el peronismo bonaerense.
Para Massa una de las salidas de la crisis política es la institucionalización del FdT, quiere decir armar una mesa política que se reúna periódicamente con todas las patas que hacen al oficialismo, desde allí zanjar las diferencias y -ya pensando en 2023, empezar a trabajar en la construcción de candidaturas. El diputado nacional es de la idea de que quien debe sentarse en la cabecera de esa mesa en el ámbito bonaerense es Kicillof.
Juntar las partes. Ese es el objetivo que intentaron trazar Massa y Kicillof. Con un doble movimiento hacia el corazón cristinista. Kicillof con la vicepresidenta y Massa con Máximo Kirchner.
Es que pese a la disidencia y votación en contra al acuerdo con FMI, la alianza entre Massa y Máximo K continúa. En lo que respecta a Kicillof, sus espadas explican que su relación con el líder de La Cámpora tiene momentos, pero que en general es buena y que el gobernador no se subirá a una pelea. Incluso en algunas reuniones que mantiene el mandatario provincial con la vicepresidenta también participa el presidente del PJ bonaerense.
No obstante, son muchos los dirigentes sin ataduras que piensan que la suerte del Gobierno está echada. Que no hay margen para revertir la mala imagen. Algunos se preguntan: ¿Por qué acompañar a una gestión que se hunde? » Esto se pudre en un mes», dio a entender el periodista Horacio Verbisky en su portal Cohete a la Luna
En el kirchnerismo salen con los tapones de punta y hablan de que tiene que haber otro cambio de gabinete. Todos los dardos le apuntan a Guzmán. Tampoco quieren a Manzur, aunque saben que hizo lo que pudo, pero Alberto le puso un pie en la cabeza cuando vio que tenía un alto protagonismo en los medios.
Cristina está obsesionada con su situación judicial y en no perder votos con la izquierda. Algunos dicen que quiere reflotar Unidad Ciudadana con la idea de ganar en la Provincia porque intuye que se pierde a nivel nacional en el 2023 de la mano del fracaso económico. Frente a ello, planea establecer a futuro la resistencia bonaerense, donde están los votos de su núcleo duro.
Lo cierto es que hoy la unidad en el oficialismo es una cáscara vacía. Aquella frase de Alberto : «Con Cristina solo no alcanza, sin Cristina no se puede», parece haber quedado atrás. Lo dijo la vice en una reunión con organismos de derechos humanos. Lo ratificó Oscar Parrilli, su mano derecha en el Senado con una foto y un tweet. «Como dice Cristina, las elecciones no se ganan con la unidad de los dirigentes, sino gobernando para mejorar la calidad de vida del pueblo». Cristina ya no cree que la unidad sea un bien en sí mismo: que se doble, pero no se rompa.
El kirchnerismo sigue muy preocupado por temas judiciales, muy alejados de la agenda de la gente.
Desde la otra vereda: «Todos y todas debemos ser parte de la construcción de una salida», planteó Alberto en su discurso del viernes, cuando anunciaba su «guerra» contra la inflación. El eje del gobierno a partir de ahora va a ser «Trabajo, producción, inflación y futuro». Enderezar el barco en las actuales circunstancias, será difícil, El tiempo que queda es poco y sin la economía a favor, la cosecha de votos en el 2023 puede resultar muy magra.
Fuente: ImpulsoBaires